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El mercado inmobiliario en la capital arousana

Promotoras proyectan construir más de 200 pisos en Vilagarcía tras una década sin obra nueva

Se concentran en el entorno de Fexdega y Desamparados -Hay promociones aún sin licencia que vendieron el 50% de las viviendas - Rondan los 140.000 euros - "Hoy es más barata una hipoteca que un alquiler", afirma el sector

La primera promoción de obra nueva de vivienda colectiva de los últimos años en Vilagarcía está dando los primeros pasos. // Iñaki Abella

Vilagarcía lleva más de una década sin construir edificios nuevos (más allá de las rehabilitaciones). Pero esta situación que tanto lamentaba el sector inmobiliario ha dado un giro de 180 grados con la construcción de 41 pisos que una empresa está llevando a cabo en la avenida Rodrigo de Mendoza, en el tramo más próximo al populoso barrio de As Carolinas. Las máquinas ya han comenzado a excavar el terreno para levantar dos bloques de 24 y 17 viviendas respectivamente.

El Concello concedió esta licencia el pasado mes de agosto. Aunque por el momento es la única, se prevé que a medio plazo la Xerencia de Urbanismo dé luz verde a más promociones de obra nueva de vivienda colectiva, pues según fuentes inmobiliarias consultadas por FARO, son varias las empresas que tienen entre sus planes construir edificios en el entorno de Fexdega, aprovechando la asequibilidad de solares que actualmente están en manos de los bancos. Entre las distintas promociones, son más de 200 las viviendas proyectadas. También en las inmediaciones de la Escola Oficial de Idiomas, en Bosque dos Desamparados, se prevén dos promociones.

Avelino Barreiro, agente inmobiliario con amplia experiencia, asegura que "hay mucha demanda" de obra nueva en la capital arousana, por lo que vaticina que las viviendas se colocarán en el mercado sin problemas. Ejemplo de ello es que una de las promociones, pese a que todavía carece de licencia de obra, ya ha vendido la mitad de los pisos.

Los precios oscilan entre los 140.000 y los 150.000 euros para una vivienda de 90 a 100 metros cuadrados. "Si el comprador aporta 30.000 o 40.000 euros puede tener una hipoteca de 400 y pico de euros, cuando los alquileres de tres habitaciones están a 500 euros", ejemplifica Barreiro.

Hasta 600 euros al mes

Y es que los alquileres en Vilagarcía están por las nubes. En los edificios más emblemáticos -y en óptimas condiciones- pueden alcanzar los 600 euros, como por ejemplo alguno del entorno de Ravella.

Lo mismo sucede a la hora de comprar. Hay determinados inmuebles que por su ubicación estratégica, su singularidad o sus altas calidades albergan apartamentos que superan los 200.000 euros, como pueden ser el edificio de Zara, el "Lara", el de la oficina de empleo, uno en los jardines de Ravella o el del antiguo cine Fantasio. "Es como si hablamos en Madrid de la calle Serrano", compara Avelino Barreiro.

A nivel comercial, con los bajos para negocios, la situación es similar, con locales que pueden llegar a los 6.000 euros mensuales. En este caso estamos hablando de arrendamiento, la fórmula más habitual a la hora de colocar este tipo de inmuebles.

Con respecto a las viviendas, lo que está teniendo salida ahora en Vilagarcía es íntegramente de segunda mano, pues hace once años que no se construye obra nueva en la ciudad. Por ello, los profesionales del sector coinciden en la necesidad de agilizar la tramitación de la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para poder desarrollar ámbitos que ahora están parados y desbloquear la construcción de obra nueva.

Con todo, los agentes inmobiliarios no han estado de brazos cruzados, pues han centrado su trabajo en el mercado seminuevo y usado. Pero los mejores pisos, los que están en buenas condiciones, "vuelan", mientras que los más antiguos y sin ascensor no resultan atractivos para las familias y por tanto no tienen salida.

Profesionales del sector coinciden en que hay clientes que entran a sus oficinas en busca de un piso y "no tenemos qué ofrecerle". De ahí que varias empresas ya estén promoviendo obra residencial nueva, más allá de las rehabilitaciones y autopromociones de particulares para hacer una casa en su terreno, que era lo que había hasta ahora.

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