Como estaba previsto, la Corporación municipal de Valga acordó anoche, por unanimidad, personarse como acusación pública, ejerciendo la acción popular, en el procedimiento judicial instruido como consecuencia del triple crimen machista de Carracido ocurrido el pasado 16 de septiembre.

La decisión se tomó en el pleno atendiendo a la propuesta de acuerdo formulada por el gobierno que preside el conservador José María Bello Maneiro, y atendiendo al informe emitido por el secretario municipal.

En ese documento se tiene en cuenta "la gravedad de los hechos" y la necesidad de actuar "en defensa de los intereses generales de los vecinos y del propio Concello de Valga".

Y eso, defender los intereses de los valgueses, es lo que quiere hacerse con el personamiento en la causa abierta tras la muerte de María Elena Jamardo Figueroa, de 58 años, y sus hijas Sandra, de 39, y Alba Boquete Jamardo, de 27, a manos de José Luis Abet Lafuente, el exmarido de Sandra y autor confeso del execrable crimen.

Hay que recordar que, José Luis Abet, de 45 años, acabó con la vida de su exmujer, Sandra Boquete Jamardo, su excuñada Alba y su exsuegra en presencia de sus dos hijos, disparando en once ocasiones.

Según trascendió tras su primera declaración judicial, tras cometer la barbarie llamó a la Guardia Civil para confesar que había sido el autor. La jueza ordenó su prisión comunicada y sin fianza por la comisión de tres presuntos delitos de asesinato.

Quince disparos

Quince disparosTodo apunta que José Luis Abet realizó al menos quince disparos con un revólver nuevo del calibre 22 para el que no tenía licencia. Once balas de revólver impactaron en los cuerpos de sus tres víctimas.

El informe preliminar de la autopsia reflejaba que su exmujer fue la primera en fallecer tras recibir cuatro impactos de bala, mientras que su hermana y su madre, que acudieron en su ayuda, recibieron respectivamente tres y cuatro tiros cada una.

Los proyectiles impactaron en distintas partes de sus cuerpos, principalmente en el cuello y en la cabeza, lo que indicaría que tras ser alcanzadas inicialmente por el arma de fuego, después fueron rematadas.

Es por todo ello que la premeditación y el ensañamiento son claves para la acusación de la Fiscalía y la petición de condena de prisión permanente revisable, a la que podría sumarse el Ayuntamiento de Valga en su condición de acusación pública.