El barrio de San Pedro, en Vilanova de Arousa, vivirá el próximo sábado una jornada muy especial, ya que una de sus calles será bautizada con el nombre de Virxe do Rosario, cumpliéndose así un deseo de los vecinos, devotos de esta santa. Esa devoción arrancó hace más de medio siglo, cuando los vecinos convirtieron a la Virxe do Rosario en su protectora, siendo conocida esa calle con ese nombre y no con el de San Pedro B que la acabó otorgando el callejero.
Esa devoción se originó hace más de 50 años, cuenta el sacerdote Simón Lemiña, cuando un cura celebraba la misa del Rosario y llevaba la imagen hasta el lugar para rezar los Misterios de la Aurora. Como el barrio de San Pedro queda bastante alejado de la iglesia parroquial de San Cibrán, se decidió que la imagen de la Virxe do Rosario pasase la noche en una de las viviendas que allí se encuentran, algo que hace todos los años en torno al 7 de octubre. Tras la vigilia nocturna, regresa al día siguiente al lugar que ocupa en la iglesia parroquial, situada en pleno casco urbano.
Este recorrido anual lo hará, de nuevo, el próximo viernes, a partir de las 19.30 horas, para descansar en la vivienda que la acoge desde hace unos años. En esa vivienda se le colocará su nueva vestimenta, un manto elaborado en el taller de bordados Corpus Christi de Granada, cuyos técnicos acudirán desde la otra punta de la Península Ibérica para colocarlo. El manto está bordado en fibra de oro y servirá para realzar la belleza de una imagen que, desde siempre, veneran en Vilanova de Arousa, en especial, en este barrio situado en la frontera con la parroquia de Caleiro.
Al día siguiente, será el momento en el que la calle pase a llamarse Virxe do Rosario, como es conocida de manera popular desde hace muchos años, en un acto que arrancará a las 17.30 horas y que contará con la presencia del obispo auxiliar de Santiago de Compostela, Jesús Fernández González. Tras el bautizo de la calle, la imagen, con su nuevo manto, regresará a la iglesia parroquial en una procesión en la que participarán la mayor parte de los vecinos del barrio y gentes de otros puntos de Vilanova.
Lemiña reconoce que el próximo sábado será "un día grande para los vecinos de As Sinas, porque esta procesión y su devoción por la Virxe do Rosario es uno de los pocos vínculos que mantienen con el casco urbano, del que se encuentran bastante alejados".
La importancia que tiene para los vecinos el cambio en la denominación de la calle se vio en el último pleno de Vilanova, donde se aprobó la modificación en el callejero. En ese pleno, en el que no figuraba en la orden del día la modificación en el nombre de la calle, estuvieron presentes un nutrido grupo de vecinos de ese entorno, interesados en "devolverle a la calle do Rosario su nombre, la denominación por la que siempre se le conoció". Ante la demanda vecinal, el pleno decidió respaldar la propuesta por unanimidad de todos los grupos políticos con representación en la corporación.
