Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Eliminación de los residuos sólidos urbanos

Los recursos frenan la modernización del servicio de basuras en Cambados y Vilanova

Ambos municipios han prorrogado la vinculación provisional que tienen con Urbaser a la espera de que se resuelvan las alegaciones -La firma Valoriza fue la preferida por los técnicos en el primer proceso de selección

Un camión de la basura recoge un contenedor en el puerto de Vilanova de Arousa. // Noé Parga

Más de dos años después de comenzar con la licitación del contrato de la recogida de la basura para los municipios de Cambados y Vilanova, este continúa empantanado y sin salir adelante. Los motivos no son otros que los constantes recursos que han presentado las empresas contra el proceso, y sobre todo, contra el informe de valoración presentado por los técnicos, ya que todavía no se ha tomado una decisión sobre cual será la empresa que se hará cargo del servicio. En principio, la propuesta que mejores informes ha recibido de los técnicos ha sido Valoriza, pero está por ver cuando se podrá hacer cargo del servicio, siempre y cuando no prosperen los recursos y alegaciones de sus competidoras.

El gerente de la Mancomunidade, Ramón Guinarte, reconoce que "era algo que nos esperábamos, porque ha pasado en todos los municipios que han sacado a contratación la recogida de la basura, que las empresas que no han resultado elegidas, han buscado la más mínima fisura para intentar tumbar el proceso". Esa situación se ha vivido en municipios como Poio o A Illa que, recientemente, contrataron el servicio de recogida de basura. En este último municipio, las empresas que no se hicieron con la contrata recurrieron en un primer momento al tribunal administrativo, donde sus quejas fueron rechazadas. El siguiente paso fue acudir a los tribunales de justicia, donde todavía se está dirimiendo el proceso de contratación.

En el caso de la Mancomunidade, que fue el ente que gestionó el contrato de Cambados y Vilanova, "tratamos de que toda la documentación estuviese suficientemente clara, que no tuviese ninguna fisura, pero prácticamente desde el inicio del proceso comenzamos a recibir recursos ante la central de contrataciones, todos ellos acabaron siendo rechazados, pero dilatan la tramitación todavía más de lo esperado".

Con estos mimbres, el contrato todavía se desconoce cuando se podrá hacer efectivo salvo que "haya una decisión política que sirva para desbloquear esta situación y asumiendo que se acabará en los tribunales". Mientras tanto, los concellos de Vilanova y Cambados continúan con el contrato provisional para la recogida de la basura prorrogado, a la espera de que se solucione una situación que ha alargado más de lo esperado su nueva propuesta para acabar con los residuos sólidos urbanos.

El contrato que asumirá Valoriza casi con total seguridad tendrá una duración de cuatro años sin opción a prórroga y el coste del mismo para la Mancomunidade será de unos 800.000 euros anuales aproximadamente, lo que supondrá un desembolso de casi cuatro millones de euros.

Una de las cuestiones que fijaba el nuevo contrato de la basura para ambos municipios es que se procediese a una sustancial modernización del mismo, sobre todo, con una apuesta clara por cuestiones como el reciclaje y todo aquello que sirva para reducir el número de toneladas que ambos municipios remiten a Sogama para su tratamiento. El nuevo contrato de la basura se ha encontrado con varios contratiempos durante su tramitación, mucho antes de los recursos. El primero de ellos fue la quiebra de la empresa de recogida anterior, Celtaprix, para lo que hubo que hacer un contrato provisional que acabó asumiendo la empresa Urbaser.

Otro de los escollos llegó en forma de decisión del Concello de Meis. Este municipio, en un primer momento, formaba parte del contrato junto con Cambados y Vilanova, pero decidió echarse atrás, al considerar que saldría perjudicado con el reparto y optó por buscar otras fórmulas más adecuadas para un concello con una gran superficie rural. Cuando se encontraba prácticamente redactado, llegó la nueva Ley de Contratos del Estado, una normativa que facilitaba la seguridad jurídica de los contratos, por lo que los responsables de la Mancomunidade decidieron aguardar a su aprobación para sacar a licitación el servicio. Los dos municipios llevaban más de una década con la empresa Celtaprix, a la que llegaron a enfrentarse abiertamente por, supuestamente, incumplir la empresa los acuerdos firmados en su día. De hecho, la firma de recogida de la basura y el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, llegaron a acudir a los tribunales en más de una ocasión acusándose mútuamente de incumplimiento de contrato.

El documento que han redactado los servicios jurídicos de la Mancomunidade se ajusta a tres premisas básicas: modernización del actual sistema, ahorro económico y apuesta firme por el reciclaje, tres premisas fundamentales para conseguir uno de los grandes objetivos que se persigue con la adjudicación de este nuevo contrato, el ahorro para las arcas de ambos municipios.

El primero de estos requisitos es algo que va intrínseco al propio contrato de la recogida de residuos sólidos urbanos. No en vano, el servicio que se presta en los municipios de Cambados, Vilanova de Arousa y Meis es uno de los más antiguos de Galicia, con más de quince años de vigor, por lo que presenta una serie de deficiencias importantes que el ente quiere cambiar de manera radical. Esa reforma pasa por mejorar los contenedores y los puntos de recogida, introduciendo cuestiones como puede ser la carga lateral o la instalación de depósitos más adecuados, así como la eliminación de olores.

El segundo de los requisitos, el ahorro, es una de las máximas con las que partió el concurso. Los dos concellos tienen que hacer frente a un importante gasto en la gestión de los residuos -solo Cambados afronta un pago anual de 900.000 euros- y consideran que es factible reducir, de manera importante, ese coste. Este requisito entronca con el tercero, el del reciclaje. En la Mancomunidade son conscientes de que el descenso en la factura que deben abonar a la Sociedade Galega para o Medio Ambiente (Sogama) pasa por incrementar el reciclaje y reducir las toneladas que se remiten a la planta de Cerceda.

En el contrato figura un amplio apartado en el que se implica a la concesionaria a dar impulso a diferentes sistemas de reciclaje y a fomentar e impulsar el mismo entre la población, en especial el de los residuos orgánicos, que suman el mayor número de toneladas que se envían a Sogama. En ese aspecto, ya funcionan en otros municipios iniciativas como el compostaje, que han dado buenos resultados en la reducción de toneladas.

Compartir el artículo

stats