Costó casi cinco años, pero el mayor genio literario que nació en Vilanova, Ramón María del Valle-Inclán, ya cuenta con su propio auditorio en su tierra natal. Los alumnos de la Escola de Música fueron los encargados de inaugurar esas instalaciones por las que tanto hubo que esperar, con un concierto en el que destacó la presencia de un enorme piano de cola Yamaha PE con acabado en ébano, un instrumento cuya adquisición ha obligado al Concello a desembolsar 18.620 euros y que se convertirá en la joya de la corona de la Escola. Los socialistas de la localidad han presentado ayer una denuncia ante la Junta Electoral de Zona por la apertura de estas instalaciones culturales en plena precampaña.

El inmueble está repartido en una zona de oficinas y aulas que será utilizada por la Escola de Música de Vilanova o por las diferentes entidades culturales que quieran centralizar su base en O Esteiro, mientras que la otra parte es la zona del Auditorio y su escenario, con capacidad para unos 250 espectadores. Ahora, el regidor vilanovés, Gonzalo Durán, reconocía el reto de "cargarlo de contenidos para que la gente pueda disfrutar de estas instalaciones".

Así, el inmueble estará muy presente a la hora de diseñar las Sonatas de Outono o la Semana da Cultura, dedicada al escritor del que lleva el nombre. "Ahora contamos con un buen número de espacios para poner en marcha todo tipo eventos culturales, ya que si no se celebran en el Multiusos, pueden hacerlo en el Auditorio o en la antigua iglesia de A Pastoriza", señala Durán.

La intención es que todos los grupos locales pasen por el escenario del Teatro Valle-Inclán antes de las fechas navideñas, además de tener a la Escola de Música como "residente".

Durán reconocía ayer que las obras en el Auditorio todavía van a continuar durante cierto tiempo, pero "centradas en solucionar pequeños detalles que siempre quedan pendientes, porque lo que es el grueso de la actuación, está totalmente finalizada".

Esas obras de reforma del inmueble comenzaron poco antes de las elecciones de 2015, con el objetivo de finalizarlas antes de que se acabase el año.

No fue así, al encontrarse las obras en el área de influencia de una línea de media tensión, algo que no se había contemplado en el proyecto. Diputación y Concello entraron en una agria discusión que acabaría resolviéndose con la cesión de la dirección de la obra al ente municipal.