El arma utilizada en el crimen es del calibre 32. Expertos en balística sostienen que se trata de un revólver sencillo de utilizar y sin apenas retorno, por lo que no exige una preparación especial para su uso.

Otro aspecto que destacan los expertos en armas es que al ser las balas de un calibre tan pequeño -el más usual es el 38- no resulta letal salvo que el disparo afecte a algún órgano vital o que se haya efectuado muy cerca de la víctima.

Este aspecto es relevante para determinar si hubo premeditación o no en los asesinatos de Alba Boquete y de Elena Jamardo. Según los investigadores, Abet tuvo que recargar el revólver al menos en dos ocasiones -y disponía de una caja llena de balas- y habría rematado a estas dos mujeres. En total, se cree que disparó entre 15 y 17 veces.