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Manejaban un presupuesto de entre 30.000 y 50.000 euros

Las tradicionales fiestas de San Miguel en el barrio vilagarciano de A Torre no serán este año las de siempre. Así, los vecinos más longevos del lugar vivirán por primera vez en sus vidas unas fiestas sin verbena, descafeinadas. Los únicos actos que se mantienen son la misa en el pabellón y la procesión hasta el Pazo da Golpelleira. Y ello gracias a que la comisión saliente decidió hace mes y medio conservar al menos los actos religiosos para no dejar a la aldea sin honrar a su patrón.

El problema radica en la falta de relevo al frente de la organización de unas fiestas que han traído al rural vilagarciano a orquestas como Panorama, París de Noia u Olympus, por poner unos ejemplos. Y es que las de A Torre siempre han sido verbenas potentes teniendo en cuenta la dimensión del barrio.

Alberto Piñeiro explica que él y sus compañeros llevan ya tres años queriendo dejar la comisión, pero fueron posponiendo su retirada debido al desinterés de otros vecinos en coger el testigo. Algunos miembros de la comisión tienen edades avanzadas, y los más jóvenes ocupaciones que les impiden dedicar el tiempo necesario a la organización de la fiesta. "En 2017 cogimos la comisión a principios de septiembre y en 2018 en julio. Pero este año ya no pedimos por las casas y decidimos hace mes y medio que solo mantendríamos la procesión y la misa para no perder la tradición. Esperemos que haya relevo para el próximo año", comenta Piñeiro.

El próximo 5 de octubre la única música que sonará en A Torre será la de la Banda de Vilagarcía y de los gaiteiros. Todavía está pendiente de confirmar la hora a la que don Daniel oficiará la misa, pero lo que sí es seguro es que será el sábado día 5.

Desde 2013 las fiestas de San Miguel se celebran siempre el primer fin de semana de octubre durante tres días. La decisión se tomó tras un referéndum en la aldea que terminó con 112 votos a favor del cambio al fin de semana y 7 en contra. El censo de los vecinos que contribuyeron económicamente con las fiestas se situaba en 202.

Hasta ese momento A Torre honraba a San Miguel los días 30 de septiembre, 1 y 2 de octubre, independientemente de los días de la semana en qué coincidiesen.

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