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Carreirón: un espacio a proteger en A Illa

La última agresión fue la entrada de una moto en el parque, pero no ha sido la única sufrida este verano

Vallas para proteger las dunas destrozadas en el interior de Carreirón. // Noé Parga

Carreirón es uno de esos espacios naturales que pueden considerarse únicos. En tan solo unos miles de metros cuadrados se pueden encontrar playas idílicas, espacios dunares, bosque autóctono y un sinfín de especies avícolas y vegetales. De ello son conscientes en A Illa de Arousa, donde fueron los propios comuneros, propietarios de los terrenos, los primeros en vallar el acceso al interior del parque, una iniciativa que ha respaldado el Concello desde que se creó en 1997. Sin embargo, ese interés en defender el espacio natural siempre se encuentra con personas que optan por no colaborar, e incluso agredir el medio natural.

Un ejemplo de ello fue lo ocurrido esta misma semana, cuando un vecino de A Estrada fue sorprendido por la Policía Local de A Illa en Carreirón con su motocicleta, algo que le costará una importante sanción económica.

En su localización fue fundamental la colaboración ciudadana, ya que fueron los bañistas los que alertaron de su presencia a los agentes.

Esta no ha sido la única agresión que ha sufrido el parque de Carreirón este verano, pues se han registrado bastantes más. "Es cierto que este verano nos hemos encontrado con casos que no respetan el espacio natural protegido de Carreirón, pero no vamos a dejar que se deteriore nuestro gran tesoro natural junto a Areoso", explica la edil de Medio Ambiente, Gabriele von Hundelshausen.

Las vallas de protección de los espacios dunares, instaladas para proteger y evitar la degradación de las dunas, han aparecido, en más de una ocasión rotas, y son muchos los visitantes de Carreirón que ignoran por completo las indicaciones de que no se puede acceder a ellas. La edil de Medio Ambiente, reconoce que las vallas han servido para recuperar las dunas, pero "si la gente no respeta estas zonas delimitadas, pueden acabar provocando un daño ecológico muy importante". Para evitarlo se han señalizado las sendas, pero hay quien no respeta esa señalización, paseando por otras zonas.

Las casetas de observación de aves sufren de manera constante destrozos, y aunque se reparen, siempre acaban en un estado deplorable de conservación en muy pocos meses.

El parque soporta durante el verano una masificación brutal, con cientos de bañistas accediendo a las playas y pequeñas calas que existen en su interior, y aunque la mayor parte de ellos se comporta como se debe en un espacio natural de estas características, hay un buen número de personas las que no respetan el entorno, dejando la basura a en pleno parque natural.

Desde hace varios años también se ha prohibido el acceso a Carreirón a perros con el objetivo de proteger a las aves que eligen el parque de A Illa como lugar para anidar. Sin embargo, esta norma no siempre es respetada.

El paso de bicicletas por el interior del parque también se ha convertido en un problema que, incluso, llevó al Concello a barajar la posibilidad de prohibir el acceso, aunque finalmente, la medida no se llevó a cabo.

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