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La jueza toma testimonio a los dos niños para evitarles declarar en el futuro juicio

No llevaba ni 24 horas en prisión cuando José Luis Abet Lafuente fue trasladado a primeras horas de ayer desde A Lama al Juzgado de Instancia 2 de Caldas, especializado en violencia sobre la mujer; el mismo en el que la víspera manifestó no estar en condiciones de declarar y que ordenó su ingreso en prisión provisional por tres presuntos asesinatos.

En esta ocasión fue citado para asistir a las diligencias de prueba preconstituida ordenada por la jueza para recoger el testimonio de sus dos hijos, de 4 y 7 años, testigos del brutal asesinato a tiros de su madre, su tía y su abuela en el domicilio familiar de Carracido.

Esta prueba evita que los pequeños tengan que asistir al futuro juicio para declarar contra su padre, ya que se dispondrá de la grabación realizada ayer.

La jueza que instruye la causa aprovechó la ocasión para comunicar al investigado que se le suspende la patria potestad sobre los pequeños, que viven temporalmente con familiares maternos. La titular del juzgado tendrá que decidir en los próximos días quién se hace cargo de su custodia.

Los niños no coincidieron en ningún momento en la sede judicial con su padres, sino que estuvieron en una sala aparte y un grupo de expertos se ocupó de su "exploración" o toma de testimonio. Su progenitor se encontraba en otra sala y se impidió también cualquier contacto visual de los niños con él.

José Luis Abet abandonó la cárcel de A Lama sobre las 8.30 horas custodiado por la Guardia Civil camino del juzgado de Caldas. Al finalizar las diligencias judiciales, regresó a prisión. Tras su ingreso en el penal en condición de preso preventivo se le ha ubicado en la enfermería, permanece aislado del resto de internos, con la única compañía de un preso "sombra" que le vigila y se le ha aplicado el protocolo antisuicidios.

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