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Suministro de agua

O Salnés incrementa en un 7% su consumo de agua pese a ser un verano poco caluroso

El presidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, considera que las cifras sirven como baremo de los buenos datos registrados en turismo -Las únicas incidencias fueron dos pequeñas averías en la tubería de O Grove

Estación de Tratamento de Auga Potable (ETAP) de Treviscoso, en Vilanova de Arousa. // Iñaki Abella

Las condiciones meteorológicas no fueron las mejores este verano en la comarca de O Salnés. Sin embargo, eso no ha impedido que el consumo del agua que suministra la Mancomunidade a todos los concellos no experimentase un ligero incremento con respecto al pasado año. Ese incremento no ha supuesto un problema para la red de suministro, en especial, para al Estación de Tratamento de Auga Potable (ETAP) de Treviscoso, que pese a estar obsoleta, ha resistido con nota la prueba.

Durante estos dos meses de verano, en los que la ETAP ha estado funcionando al máximo rendimiento, los servicios técnicos de la Mancomunidade han tenido que atender dos incidencias, ambas en la tubería que garantiza el suministro de agua a O Grove. En ella se registraron algunas filtraciones que hubo que reparar, tarea que no es precisamente sencilla debido a que la tubería se encuentra en la zona intermareal y solo se pueden acometer obras con bajamar.

Durante los meses de julio y agosto, la comarca de O Salnés consumió 1.458.335 metros cúbicos de agua procedente del río Umia, 94.447 más que el año anterior, lo que significa un crecimiento de casi el 7%. Aunque la cantidad es importante, no es la más alta que la Mancomunidade tiene en sus registros, ya que el récord lo batió el año 2017, cuando un verano muy caluroso sirvió para batir todos los récords anteriores. Al igual que en años anteriores, el mes en el que se abrió más el grifo en la comarca fue agosto, con 735.946 metros cúbicos, mientras que el de julio se quedó en 722.389.

Por municipios, destaca el consumo registrado en O Grove, donde se concentran gran parte de los establecimientos hosteleros más importantes de la comarca. En la península meca se consumieron en julio 223.917 metros cúbicos, un 8,5% más que en la misma etapa de 2018. Lo esperable era que esas cifras también se incrementasen en agosto, pero fue al contrario, al quedarse en 233.673 metros cúbicos por los 250.392 del año anterior.

El segundo municipio en consumos fue el más turístico de la comarca, Sanxenxo, donde se consumieron 136.783 metros cúbicos en julio y 143.159 en agosto. En este último mes se registró un crecimiento espectacular ya que casi se triplicó el gasto de agua con respecto al año anterior. En la Mancomunidade consideran este crecimiento "espectacular", sobre todo si se tiene en cuenta que Sanxenxo recibe el 70% del suministro en verano a través de la conexión que le une a Pontevedra. De depender exclusivamente de la red de la Mancomunidade es muy probable que esta colapsase.

Otro de los municipios que tiene el suministro de la Mancomunidade como secundario es el de Vilagarcía donde los consumos apenas han sido significativos (5.409 metros cúbicos en julio y 3.287 en agosto). El presidente en funciones del ente comarcal, Gonzalo Durán, no dejó pasar la ocasión de destacar el crecimiento que se ha experimentado en el municipio del que es alcalde. Vilanova superó la barrera de los 100.000 metros cúbicos de agua en el mes de agosto, una cantidad que nunca había alcanzado. Para Durán, esta cifra se debe "a la gran cantidad de turismo que ha albergado el municipio, pues el consumo de auga suele ser un indicativo importante, aunque no el único, para saber si ha crecido el número de visitantes o no".

En el lado contrario a Vilanova se sitúa Cambados, donde se ha registrado un descenso en los consumos durante los dos meses de verano. Mucho más significativo en agosto , donde ha pasado de 102.728 metros cúbicos a 86.247. En A Illa de Arousa, los consumos han sido similares a los del pasado año, con un ligero decrecimiento, mientras que en Ribadumia el consumo se disparó en el mes de julio, hasta alcanzar los 82.855 metros cúbicos (18.000 más que en 2018), para caer en picado en agosto, con 64.743 metros cúbicos (17.000 menos que en 2018).

Durán insiste en que este ligero incremento sirve para demostrar que "la comarca sigue siendo un punto de referencia para el turismo".

Mientras se espera a que Augas de Galicia se decida a impulsar el proyecto de ampliación de la ETAP de Treviscoso y mejorar las conexiones con O Grove, la Mancomunidade aprovecha otras vías de financiación para garantizar el buen funcionamiento al mismo tiempo que se ahorra en costes. Este es el objetivo de dos proyectos que, con la colaboración del Ministerio de Industria, se va a licitar en los próximos meses, con un coste cercano a los 800.000 euros. Ambos proyectos tienen por objetivo no solo mejorar la planta de bombeo que existe en Pontearnelas y de la que se capta agua del río Umia, sino que también quieren reducir los costes que supone llevar todo ese líquido al depósito de Treviscoso, situado a seis kilómetros de distancia.

El primer proyecto es de mejora de la eficiencia energética en las instalaciones del bombeo de la estación de tratamiento de aguas, ETAP valorado en 292.513 euros. En este caso se plantea el cambio de dos de las tres bombas existentes por otras de eficiencia energética y también la instalación de un motor-bomba de alta eficiencia.

Además se proyecta la instalación de un sistema de control remoto en los depósitos de agua de la comarca para poder llenarlos de forma progresiva, teniendo en cuenta las horas en las que la energía resulta más barata.

Pero el proyecto de mayor envergadura por sus características y componentes innovadores es el que plantea la puesta en marcha de energía renovable en la instalación de bombeo de la captación de agua de la Mancomunidade do Salnés. Esta iniciativa se llevará a cabo mediante un sistema de impulsión mecánica mediante una bomba con hélices que aprovecha la energía del río para impulsar el agua.

Este proyecto necesita de una autorización previa de Augas de Galicia, ya que es necesaria la construcción de una fosa desde donde funcionarán las hélices.

Otra de las innovaciones de esta actuación es la creación de un pozo autofiltrante destinado a enviar el agua ya filtrada a la estación depuradora.

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