La conocida como Carretera do Conde, que une los barrios de Terra de Porto y Virxe das Mareas, fue utilizada durante años por muchos conductores temerarios como una especie de circuito de carreras, llegando a alcanzar velocidades propias de autopista -incluso por encima de los 120 kilómetros por hora-, a pesar de tratarse de un tramo urbano, y por tanto limitado desde hace mucho a 50 kilómetros por hora. Recientemente -y cuando ya no pueden superarse los 30 km/h-, se instalaron los badenes y/o pasos de peatones elevados por los que tanto había peleado el Concello de O Grove.

A pesar de la satisfacción inicial por esta mejora, impulsada por la Diputación Provincial de Pontevedra, y cuando el problema del exceso de velocidad parecía resuelto, resulta que se producen nuevos accidentes de tráfico y que las velocidades a las que circulan algunos automovilistas no bajan como se esperaba.

Ayer, sin ir más lejos, un conductor perdió el control de su vehículo y chocó con otro que estaba estacionado en el arcén, el cual quedó completamente destrozado.

"La compañía de seguros dice que está siniestro; el choque fue tan brutal que a pesar de ser en la parte trasera movió el chasis e hizo que saltaran los focos delanteros", asegura alguien próximo al propietario del vehículo alcanzado en este accidente, ocurrido durante la madrugada.

Este suceso, que se suma a otros percances vividos últimamente, ha provocado la inmediata reacción de los grovenses allí residentes y de quienes utilizan esa carretera con frecuencia, pues unos y otros sostienen que "los pasos sobreelevados no son suficientes para disuadir a algunos locos, que el día menos pensado van a causar una auténtica desgracia".

Hay quien considera que los badenes "deberían tener más altura, quizás la misma que tienen los de A Toxa", pero también hay quien opina que "no han sido colocados en los lugares adecuados", y a modo de ejemplo, aluden a uno que "está a apenas doscientos metros de una curva, lo cual hace que algunos conductores no bajen la marcha o, si lo hacen, les de tiempo a volver a acelerar al máximo sus vehículos tras pasar sobre ese obstáculo".

Es así como después de este accidente, justo en la conocida como "curva da Casa do Conde", los vecinos vuelven a mostrar su preocupación y reclaman más contundencia policial y, si procede, la instalación de más medidas tendentes a reducir la velocidad de los vehículos.

No hay que olvidar que se trata de un tramo muy concurrido y en el que hay una buena cantidad de viviendas pegadas al vial.

Además, conduce a la zona industrial de Virxe das Mareas y Porto Meloxo, lo cual aumenta de manera notable el número de peatones, ciclistas, motoristas y automovilistas que comparten esa carretera con los camiones.