El 16 de agosto de 1939 se elaboraba en Pontecesures el primer bote de leche condensada. Empezaba su andadura la factoría de Nestlé, una fábrica ubicada a orillas del Ulla que fue pionera en la recogida de leche en el campo gallego, sobre todo en comarcas como las de O Sar, Caldas, Deza y Santiago.
Dicen en la compañía que "la primera leche que se envasó procedía de Caldas de Reis y Moraña, para posteriormente ampliarse el radio de acción hasta Allariz y Lalín, donde se montaron centrales de recogida en las que se concentraba la leche de la zona, se refrigeraba y se transportaba hasta Pontecesures para la fabricación de leche condensada".
Antes de entrar en la planta, y una vez superados los controles de calidad, la leche se mezcla con azúcar y es sometida a "un proceso de evaporación que permite, gracias a la eliminación de una parte de agua, dotarla de una mayor viscosidad".
Es entonces cuando la leche condensada pasa a los silos de producto terminado y desde allí, a las máquinas de llenado y embalaje.
110.000 toneladas anuales
Una acción que continúa en la actualidad, cuando la fábrica pontecesureña recibe cada año "110.000 toneladas de leche fresca gallega provenientes de más de 150 explotaciones ganaderas ubicadas en un radio máximo de 60 kilómetros", todas ellas acogidas a "un programa de certificación de buenas prácticas, con el que se asegura la calidad del producto", alegan en la multinacional.
Se han cumplido, por tanto, ochenta años desde la puesta en marcha de esta factoría, la misma que en 2012 se convirtió en la única del grupo Nestlé con producción de leche condensada en toda Europa, Oriente Medio y Norte de África.
Es, no cabe duda, un importante motor económico y laboral en Galicia que se dispone a seguir creciendo y que tras las importantes inversiones realizadas en los últimos años se compromete a afrontar otras muchas a corto y medio plazo.
Para que el lector se haga una idea de su relevancia, puede decirse que dispone de una plantilla media de 170 personas y que la factoría dispone de ocho líneas de llenado que el año pasado produjeron alrededor de 51.000 toneladas de leche condensada, dulce de leche y cocido de leche, "elaborados en su totalidad con materia prima gallega", presume Nestlé.
Y no menos importante resulta que el 60% de esa producción se exporte tanto a Europa -sobre todo a Reino Unido, Francia, Portugal, Italia y Bélgica- como a Oriente Medio, África Central y el Magreb.
Es por todo ello que, quizás, este 80 cumpleaños sea un buen momento para recordar la historia que rodea estas instalaciones pontecesureñas por las que pasaron tantas generaciones de ciudadanos del Bajo Ulla.
Empezando por aclarar que si bien fue el 16 de agosto de 1939 cuando salió de la planta el primer bote de leche condensada, esta factoría tiene su origen en la constitución de Industria Lechera Peninsular S.A. (Ilepsa), una empresa perteneciente a Nestlé fundada el 1 de febrero de 1938.
Nestlé eligió Pontecesures por ser "un enclave estratégico, cerca de la carretera Nacional 550 -entre A Coruña y Vigo- y al lado del puerto fluvial al que llegaban los cargamentos de hojalata para la fabricación de los botes, así como barcos cargados con la leña que se utilizaba entonces para las calderas de la fábrica".
Fue a finales de 1978 cuando el centro de producción pontecesureño se hizo cargo de la elaboración de la leche condensada con la conocida marca "La Lechera", que hasta entonces se elaboraba en la fábrica de Nestlé ubicada en La Penilla de Cayón (Cantabria).
En cierto modo puede decirse que la factoría se especializó, ya que en 1983 Nestlé-Pontecesures "se convirtió en la única fábrica del grupo en España dedicada a la fabricación de leche condensada, unificando así la producción que antes procedía de seis factorías diferentes".
En 1985 llegó la disolución de Industria Lechera Peninsular S.A. y la fábrica de Pontecesures "se integró de lleno en Sociedad Nestlé, Anónima Española de Productos Alimenticios, que ahora se conoce como Nestlé España S.A.".
Con el nuevo siglo, en 2001, La Lechera consolidaba su posición de liderazgo en el mercado "con el lanzamiento de 'Sirvefácil', una nueva presentación práctica y cómoda que vino a complementar el tradicional bote de hojalata con una botella de plástico dotada de una válvula dispensadora".
