"Tras ollando o Ullán" y "Vista panorámica do Val do Ulla", las rutas organizadas en Pontecesures y Valga, respectivamente, todas las miradas se centran ahora en Catoira, con la "Ruta de Oeste", y Rianxo, donde ofrecerán el recorrido bautizado como "As tres cruces".
Se trata de cuatro de las citas más importantes de "Goza do Ulla", un programa participado por una veintena de municipios que, como Vilagarcía, Dodro, Padrón, Teo, Silleda, A Estrada y tantos otros permite a los participantes descubrir el patrimonio natural y cultural de cada pueblo participante.
Se hace siempre con el río Ulla como hilo conductor, trazando recorridos por espacios de gran belleza paisajística e indudables valores culturales a lo largo de sus 130 kilómetros de longitud entre su nacimiento en Antas de Ulla y la desembocadura, en Vilagarcía de Arousa.
De ahí el éxito cosechado con esta iniciativa, que el sábado pasado reunió en Valga a 66 caminantes que, guiados por el técnico municipal Santiago Chenlo, responsable del Museo da Historia, visitaron el mirador de Monte Fontebecha para desde allí divisar unas hermosas panorámicas de la desembocadura do río Ulla en la ría de Arousa.
Lo hicieron antes de descender hacia el lugar de Eirexe, donde pudieron visitar la iglesia parroquial de San Salvador, que data del siglo XVI y posee una fachada neoclásica y un retablo de época barroca con capiteles prerrománicos de mármol. Allí mismo conocieron el "Olivar de la Concordia", una plantación dirigida por el cura con alrededor de 800 olivos de diferentes variedades.
La ruta valguesa también llegó al lugar de Cerneira, y más concretamente hasta el cruceiro más antiguo de la localidad, datado en 1670.
Tras pasar por Antas do Ulla, A Estrada y Arzúa, durante las próximas semanas, las siguientes citas en el curso bajo del río son las de Padrón, Catoira y Rianxo, previstas para los días 5 y 6 de octubre y 2 de noviembre, respectivamente.
La catoirense arrancará en el área recreativa de Fonte Gaiteira, para avanzar hacia el molino de mareas conocido como Muíño do Cura, para seguir por la playa fluvial hacia las Torres de Oeste y el paseo que serpentea entre las "brañas" protegidas por la Red Natura 2000.
