La Autovía do Salnés se sumerge desde hoy en un proceso de mejora que se prolongará, al menos, hasta el 18 de octubre. Esto supone que las obras van a coincidir en el tiempo con la Festa do Marisco de O Grove, entre el 3 y 13 del mes que viene. Así pues, teniendo en cuenta que en momentos puntuales habrá que cortar total o parcialmente la vía de alta capacidad, todo apunta que puede convertirse en un caos cuando se produzca la llegada masiva de turistas al evento gastronómico meco.

Como sucedió hace dos años, cuando también se ejecutaron obras en las carreteras autonómicas de acceso a O Grove coincidiendo con la Festa do Marisco, las retenciones pueden ser considerables, al igual que el enfado tanto de los automovilistas como de los empresarios, comerciantes y dirigentes políticos mecos.

Como se avanzaba ayer en la edición digital de FARO, la Autovía do Salnés afronta esta nueva etapa de remodelación tras las molestias generadas a vecinos y visitantes durante los dos últimos meses a causa del caos viario vivido tanto en esa carretera como en la vía rápida de Sanxenxo.

Lo que se va a hacer desde hoy es retomar las obras de "renovación extraordinaria del pavimento de la AG-41", en las que se invierten más de 5,14 millones de euros.

Se quiere así dar continuidad a los trabajos iniciados el pasado mes de junio, interrumpidos a principios de julio para, precisamente, evitar las molestias a los conductores durante las semanas de más tráfico.

El objetivo es "dotar de una nueva capa de rodadura a toda la Autovía do Salnés y los ramales de enlace", incluyéndose en el proyecto el repintado de la señalización horizontal y mejoras puntuales del drenaje de pluviales.

En la Consellería de Infraestructuras y Movilidad detallan que en esta primera semana de mes "las tareas previstas consisten en completar los trabajos de reparación de los daños en el firme que quedaron pendientes en la primera fase de esta obra", por lo que se introducirán "cortes de carriles alternos, manteniéndose siempre el tráfico por el carril libre de la misma calzada, a excepción de una reparación en la zona del enlace de Ribadumia, para lo cual el tráfico será desviado a través del mismo enlace".

Ya en la segunda semana de mes, "se realizarán trabajos de corrección del peralte en una curva que obligarán al corte de la calzada izquierda de la autovía, desviándose el tráfico al carril de la otra calzada y utilizando los pasos de mediana más próximos".

El caos viario, si es que se produce, tendrá lugar a partir del día 16 y, cabe insistir, coincidiendo con la Festa do Marisco. La propia Xunta lo reconoce al apuntar que es a partir de esa tercera semana de mes cuando se producirán los desvíos de tráfico "de mayor importancia" .

Y es que el 16 está previsto "comenzar los trabajos de extendido de la nueva capa de rodadura, cuya duración se estima en cinco semanas, siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean favorables". O dicho de otro modo, que durante la Festa do Marisco las obras en la Autovía do Salnés estarán en pleno apogeo.

En la Xunta tienen presente, a la hora de afrontar ese reasfaltado, que "no existe paso de la mediana anterior al enlace de Curro", motivo por el cual "los trabajos de extendido de la nueva capa de rodadura entre los puntos kilométricos 2 y 3'7, en ambas calzadas, obligarán al desvío del tráfico entre los enlaces de Curro (punto kilométrico 1,8) y Ribadumia (punto kilométrico 9,2), a través de las carreteras PO-300, EP-9305 y VG-4.2".

La Consellería de Infraestructuras e Mobilidade aprovecha para destacar que el plazo total de ejecución de estas obras es de ocho meses, "pero se estima que con la planificación aprobada podrán estar finalizadas este mismo año 2019".

También detallan que esta actuación "está prevista en el contrato de concesión de la Autovía do Salnés y está siendo ejecutada por la sociedad concesionaria, de acuerdo con un proyecto supervisado y aprobado por la Axencia Galega de Infraestructuras".