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Manuel Romero, uno de los damnificados del TAV, logra otros 9.400 euros por su finca

La reclamación judicial del octogenario catoirense permite incrementar el precio fijado por la expropiación de su terreno -Se suman a los menos de 4.000 que le habían ofrecido

Manuel Romero muestra la sentencia que incrementa el precio que debe percibir por la ocupación de sus parcelas. // FdV

Hace tres años vecinos y comuneros de Vilagarcía y Catoira reclamaban a través de FARO DE VIGO las fincas que les fueron temporalmente ocupadas -desde hace más de una década- para ejecutar las obras del Eje Atlántico para el Tren de Alta Velocidad (TAV). Había damnificados que querían recuperar sus propiedades -algunas totalmente destrozadas por las obras o incluso sumergidas para siempre por el río Ulla-, mientras que otros tildaban de ridícula la cantidad que se les había pagado por la expropiación y reclamaban un precio "digno".

Entre ellos el octogenario Manuel Romero Castañeda, que puso el asunto en manos del abogado catoirense Luis Rey y que ahora ha conseguido una sentencia favorable del Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) que incrementa en 9.484,07 euros la cantidad que el Estado le había pagado inicialmente.

La sentencia

En su fallo judicial, la sala argumenta que le corresponde "una indemnización total de 13.301,84 euros, en sustitución de los tan solo 3.817,77 concedidos por el jurado de expropiación", limitándose la demanda presentada por Luis Rey en representación de su cliente a reclamar la diferencia entre una y otra suma como cantidad pendiente. Esto es, los 9.484,07 euros, más los intereses que correspondan por el tiempo de demora, que el TSXG da ahora por buenos.

Manuel Romero se vio obligado a recurrir al TSXG después de que su recurso fuera rechazado por el Jurado Provincial de Expropiación y el Gobierno de España.

Un terreno de 1962

Cuando se denunció la situación aludida ya se explicó que se habían devuelto parcelas "sin que estuvieran como en su estado original, llenas de escombros de obra donde antes había viñedos y huertos o con la cota del terreno tan rebajada que ahora las propiedades están al nivel del río y se inundan cada vez que sube la marea".

Manuel Romero alegaba entonces que poseía un par de fincas que le fueron ocupadas para hacer las obras del TAV y que aún no se las habían devuelto, a lo que añadía que de sus terrenos de cultivo, un prado conocido como Agro da Telleira que adquirió en 1999 y un terreno de labradío adquirido en 1962, el Agro das Gabeiras, ya solo quedaba un pedregal inundable con la pleamar.

Puede haber más

El octogenario deambulaba sobre esos terrenos aprovechando la bajamar cuando se lamentaba por lo que había perdido.

Pero ahora puede respirar un poco más tranquilo. Y quizás no sea el único, ya que hay otros procedimientos que pueden seguir el mismo camino.

Esto se debe a que, como en 2016 explicaban los vecinos y comuneros, "se están realizando mediciones para devolver fincas en base a un Catastro que es un absoluto desastre, y esto hace que en algunos casos se produzcan importantes diferencias de superficie".

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