La falta de un comedor escolar se convirtió en un handicap para el centro que, en los últimos años, ha visto como un buen número de niños cambiaban de colegio para poder acceder a este servicio. Así lo reconoce la responsable de la ANPA, María del Mar Falcón, al apuntar que "en estos últimos años, niños de Vilanova centro, se cambiaron de colegio porque sus familias necesitaban a toda costa disponer de este servicio". La presidenta espera que se convierta en un servicio de referencia y que la cifra de 50 niños con la que partirá el 1 de octubre se vaya incrementando de forma paulatina, sobre todo, porque el espacio elegido para el comedor escolar es amplio y con una gran capacidad.

El último colegio que carece de este servicio en Vilanova es el Viñagrande de Deiro. En este centro, los propios alumnos llegaron a trabajar en el diseño de un proyecto para la creación de un comedor escolar, una iniciativa en la que contaron con el apoyo de nombres como el del arquitecto César Portela para construirlo o del cocinero Jorge Olleros para elaborar menús saludables. Esta iniciativa acabó recibiendo el premio "Alimentando el cambio Challenge", una iniciativa que impulsan, entre otros, la empresa Danone, la Fundación Ashoka y el Ministerio de Educación. Los niños que participaron en ese trabajo recibieron un viaje a Barcelona.