Entre cinco y seis actas de infracción se tramitan cada semana en el islote Areoso, una lengua de arena idílica de A Illa de >Arousa, al que están matando el inexorable paso del tiempo y la presión turística que soporta cada verano. La situación vuelve a ser preocupante para la Cofradía de A Illa, que ve como una parte de las decenas de embarcaciones que se acercan al islote, sobre todo durante los fines de semana del verano, no respeta las mínimas directrices de comportamiento para acceder o a la hora de amarrar.
Así lo reconoce el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, que asegura estar "harto y cansado de decirle a la gente que cumpla las normas, que no se amarre a las boyas o que no se vare en la playa, pero nos ignoran por completo, por lo que no queda otra que caer comunicación de la infracción a la Capitanía Marítima". Es en este organismo donde se tramitan las sanciones administrativas, cuyo coste, advierte Millán, "no es precisamente barato, ya que ronda los 6.000 euros; será después, cuando lleguen las multas, cuando esa gente se echará las manos a la cabeza, pero no será porque no se les advirtió de que estaban cometiendo una infracción". De hecho, Millán apunta que "no es la primera vez que se advierte al patrón de una embarcación que está incumpliendo las normas, y al día siguiente te lo vuelves a encontrar en el mismo lugar y haciendo lo mismo; da la sensación de que se está cachondeando de nosotros".
Una de las incidencias más comunes tiene que ver con las motos de agua, unas embarcaciones que "no respetan el canal de acceso y ponen en riesgo a los bañistas que se encuentran en Areoso, pasando a alta velocidad por la zona". Otra de las infracciones más comunes es la de amarrar a las boyas que delimitan el perímetro, una situación que "es igual que hacerlo por dentro, porque no está permitido, los barcos deben anclar fuera del perímetro". Además, amarrar en una de esas boyas puede acabar desplazándolas de lugar, sobre todo si se registran fuertes vientos ese día.
La Cofradía de A Illa tiene en Areoso uno de sus puntos de extracción más importante y llevan años, junto con el Concello, reclamando que se actúe para frenar los daños que sufre el islote por la presión turística. Entre las propuestas que se han puesto encima de la mesa figura la de limitar el acceso a Areoso. Esa medida y otras están siendo estudiadas por los técnicos de Medio Ambiente para redactar un plan de usos que sirva para dotar de mayor protección al islote.
