La masiva afluencia de visitantes a la playa de A Lanzada y el Concello de O Grove parece razón más que suficiente, según cree el alcalde meco, para afrontar cuanto antes el ansiado desdoblamiento de la vía rápida.

Insiste en que su municipio "está viviendo un gran verano, con bares, restaurantes, hoteles, calles y todo tipo de negocios a tope; y lógicamente, cuanta más gente tenemos, más son los vehículos que llegan al pueblo y provocan y sufren los embotellamientos en la vía rápida".

Buen ejemplo de esa masiva afluencia es la imagen que presenta el aparcamiento central del istmo, prácticamente lleno a diario, desde la mañana hasta el anochecer. Un lleno que obliga a muchos conductores a estacionar sobre los arcenes de la carretera que atraviesa el istmo y en los lugares más insospechados.