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La instalación de un nuevo radar convierte a la N-550 en una de las carreteras más vigiladas

Con este nuevo cinemómetro, una veitena de dispositivos controlan la red viaria pontevedresa

La cabina del nuevo radar de Cerponzóns es muy visible desde la carretera. // Rafa Vázquez

El nuevo radar fijo ubicado en la Nacional 550 en la parroquia de Cerponzóns ya está operativo. Con él, ascienden a una veintena el número de cinemómetros fijos que controlan la red viaria interurbana pontevedresa, a los que hay que sumar el radar de tramo de la AP-9 en los túneles de Candeán y A Madroa. A estos radares instalados en cabinas fijas se deben añadir un total de 29 tramos de carreteras sometidos a especial vigilancia.

El nuevo radar de la N-550 está recogido ya en el listado de la Dirección General de Tráfico sobre radares y zonas de especial vigilancia y que fue actualizado a principios de esta semana. El radar está ubicado en la parroquia pontevedresa de Cerponzóns, en el kilómetro 108.9, muy cerca de los puntos en los que se produjeron varios accidentes mortales en los últimos años en esta carretera. Según la información que facilita la DGT, el nuevo radar vigila que los vehículos que transitan en sentido creciente, es decir, en dirección hacia Pontevedra y Vigo en el caso de esta carretera, cumplan los límites de velocidad de esta carretera.

Con la instalación de este radar se pretende dotar de más seguridad a un vial, la Nacional 550, que el pasado año fue la vía que registró un mayor número de fallecidos en la provincia de Pontevedra. La carretera que vertebra la provincia de norte a sur, la única libre de peaje por el momento y alternativa a la AP-9, registró ocho víctimas mortales en su recorrido por la provincia el pasado año.

Al menos hasta marzo pasado ya sumaba otras dos en este ejercicio. Una de ellas, una vecina de Caldas que perdió la vida al colisionar su coche contra un camión a escasos dos kilómetros del punto en el que se ubica el nuevo radar.

La Nacional 550 pasa así a ser una de las carreteras más vigiladas de la provincia. Con este, suma un total de seis puntos de especial control a la velocidad por parte de Tráfico. Tres de ellos a través de la instalación radares fijos, en los kilómetros 90,6 en Valga, y en el kilómetro 146 en Redondela (al que hay que sumar este de Cerponzóns); y otros tres con los radares móviles de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico: Entre los kilómetros 121 y 139 (entre Salcedo y Cesantes), los kilómetros 142 y 155 (entre Redondela y el acceso a Vigo) y entre el 91 y el 117 (entre Valga y Lérez). Un vial tan solo superado en número de radares y tramos de especial vigilancia por la A-55, con seis radares fijos.

También el Ministerio de Fomento detectó un tramo con una elevada siniestralidad entre los kilómetros 111 y 115 de esta carretera y la asociación de vecinos O Chedeiro de Cerponzóns pidió mejoras de seguridad para este vial, entre otras, en la zona en la que se instaló el radar.

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