Nacido en Bouzas hace 76 años, José Ignacio Montenegro González se convirtió pronto en un grovense más, ya que en este pueblo podía disfrutar como en pocos lugares de lo que más le apasionaba, el mar.
Licenciado en Farmacia, era un hombre campechano y accesible con importantes contactos en las altas esferas de la política, la industria y la cultura, lo cual le permitió contribuir de manera determinante a la potenciación del Club Náutico de San Vicente y de la oferta turística y cultural de O Grove y Galicia.
La Regata das Illas Atlánticas para barcos clásicos y de época -que por cierto, celebra este fin de semana una nueva edición y también servirá de homenaje a Montenegro-, la revitalización de la Ruta Xacobea marítimo-fluvial favoreciendo su partida desde Pedras Negras o la promoción internacional de la Festa do Marisco de O Grove son solo algunas de las líneas estratégicas sobre las que trabajó este armador, regatista y tripulante.
Incluso puso sobre la mesa un proyecto para que una parte de la parroquia de San Vicente sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico.
Se refería, más concretamente, a la necesidad de diferenciar un tramo de 1.500 metros entre Punta Castriño y la playa de Area Grande, pues "atesora unos valores culturales e históricos significativos que resumen la historia de Galicia" y podrían justificar la instalación de un centro de interpretación.
El club náutico lo presentó entonces como "un sitio único, imposible de encontrar en otros lugares de un modo tan plástico, concentrado y significativo".
Por si no fuera suficiente, hay que recordar que Ignacio Montenegro también se dio a conocer como firme defensor de la gastronomía local y los productos de calidad de las rías gallegas.
Asimismo, impulsó la renovación del restaurante del Club Náutico de San Vicente y se convirtió en una especie de embajador de O Grove en el exterior, de ahí que muchos de sus amigos en diversos puntos de España se dejaran convencer para empezar a residir en el municipio meco.
