Entre las múltiples imágenes curiosas de la mañana, destacaron las indumentarias de muchos de los que se pasaron por la fiesta. Se pudieron ver disfraces, camisetas personalizadas, pelucas y complementos de todo tipo y color, todo con el objetivo de llamar la atención y convertirse en alguno de los objetivos más deseados para los que portaban las "armas".

Con el paso de las horas, las indumentarias más trabajadas se fueron deteriorando y se dio paso a los bañadores, por lo que los looks playeros fueron los más vistos en las calles vilagarcianas. Un estilismo más útil y cómodo para la ocasión ya que el buen tiempo reinó durante todo el día de ayer y las temperaturas animaban a pegarse un remojón