El operativo de limpieza de la Festa da Auga volvió a "chocar", un año más, con el incumplimiento del horario establecido para la finalización de las celebraciones por parte de los hosteleros de A Baldosa. A pesar de la orden municipal clara de que debían cerrarse las barras exteriores, con sus correspondientes reclamos musicales, a las cuatro de la tarde, los trabajadores y las máquinas del dispositivo especial de limpieza no pudieron entrar a esta céntrica calle hasta cuarenta minutos después.

En el resto de la ciudad la actividad resultó más ágil. Comenzaron a primera hora de la mañana en la playa de A Concha-Compostela, para seguir por O Ramal, Parque Miguel Hernández, TIR y O Cavadelo. Por la tarde siguieron por San Roque, plazas de la Independencia, O Castro, de España y de Galicia, y las calles del entorno. Pero tuvieron que esperar que se desalojara la céntrica calle de A Baldosa, donde continuaba la "movida".