El festival Revenidas se despidió ayer de Vilaxoán después de tres intensos días repletos de buena música y otras actividades paralelas junto al mar. No fue un adiós, ni mucho menos, sino un hasta luego, pues el próximo año el "festival das linguas" volverá a sonar fuerte en la tierra de la sardina que lo vio nacer. Y es que no se entiende Vilaxoán sin Revenidas ni Revenidas sin Vilaxoán. Pocos festivales existen tan arraigados a un lugar como este.

La de ayer era la jornada de cierre y los conciertos comenzaron ya a las cinco y media de la tarde. Fueron los componentes de la banda estradense Nao los que se encargaron con su punk, rock y metal de dar el pistoletazo de salida al último día del festival. Después de trece años de trayectoria, están inmersos en "A derradeira xira", trabajo con el que pretenden retirarse de los escenarios, por lo que la de ayer fue una de las últimas oportunidades para disfrutar de Nao.

También pasaron por la clausura de Revenidas Chocolate Krápula, Bastards on Parade, Leo Arremecághona, Los Jinetes del Trópico, Gambeat DJ y Erin, cuyo concierto estaba inicialmente previsto para el viernes pero fue recolocado en la jornada de ayer.

Pero sin duda uno de los momentos más esperados fue la puesta en escena de Gogol Bordello, una banda que nació en Nueva York a finales de los noventa y que está formada por músicos de diversas nacionalidades como ucraniana, rusa, bielorrusa, etíope, ecuatoriana o estadounidense.

Forman una banda que bebe de la música gitana, del ska o incluso de la rumba y de la tradicional tarantella italiana. Su vocal es Eugene Hütz - Voz, que sigue formando parte del grupo desde sus inicios.

El directo de Gogol Bordello no tiene desperdicio; de hecho fue situado por la revista Rolling Stone entre los veinte mejores del mundo.

Además de los conciertos en el recinto de pago, Revenidas también ofreció a su público la posibilidad de disfrutar de la música navegando por aguas arousanas, concretamente de Los Jinetes del Trópico, Zeltia Irevire y Gramola.

Por la mañana, en el parque Dona Concha, también hubo actividades (de acceso gratuito) para el público familiar, como la actuación de la grovense Carolina Rubirosa, una sesión de punk infantil y un concierto en acústico de Dakidarría.

Así, Revenidas puso fin un año más a una nueva y exitosa edición que, aunque no comenzó con buen pie, pues la lluvia obligó a reorganizar la jornada del viernes y a montar una carpa, ha terminado por todo lo alto. Está previsto que a lo largo del día de hoy la organización realice una breve valoración sobre el festival, dando a conocer al menos el número de asistentes, pues además de los abonos on line, durante los tres días se pusieron a la venta entradas en taquilla.