¿Y si llueve qué? Pues en el Ayuntamiento de O Grove hay variadas respuestas a esa pregunta, ya que es una localidad con multitud de posibilidades, también cuando las temperaturas no acompañan. Y la principal de sus opciones, que es también el motivo por el que acuden a esta villa marinera buena parte de sus turistas, es la oferta gastronómica.

Esta localidad arousana, conocida con el sobrenombre de "paraíso del marisco" y promotora de la fiesta gastronómica más importante del país -se celebra en la primera quincena de octubre-, dispone de una gran cantidad de hoteles, restaurantes, taperías y establecimientos de restauración de todo tipo en los que saborear buenas viandas extraídas del mar, como también suculentas carnes.

En muchos de ellos incluso ofrecen la garantía de ofrecer a sus clientes productos exclusivos y frescos de las Rías Baixas, de ahí la gran cantidad de comensales que pasan por sus salones durante todo el año, y especialmente desde que empieza la primavera hasta que se supera la Festa do Marisco.

El tirón que ejerce la gastronomía grovense está fuera de toda duda, y se está notando también este verano, cuando muchos de esos negocios están a tope tanto en el almuerzo como en la cena.

Esto incluso se notó más en días pasados, cuando con lluvia y sin tiempo de playa, la mejor opción elegida por buena parte de los turistas para disfrutar O Grove fueron sus restaurantes.

Y esto ayuda a que los hoteles registren una buena entrada e incluso a evitar cancelaciones provocadas por el mal tiempo, ya que hay visitantes que eligen el destino O Grove, precisamente, por su cocina.

Tanto estos como los demás tienen otras opciones a su alcance en caso de mal tiempo, entre las que puede destacarse el Acuario O Grove, situado en Punta Moreiras y con cientos de especies diferente en sus tanques.

Este centro zoológico, que dirige Rebeca Aguinaga, complementa su oferta expositiva ligada al medio marino con las exhibiciones de aves, en las que observar las características y el vuelo de águilas, halcones, buitres, lechuzas y otras especies.

A escasos metros se encuentra otro de los espacios a disfrutar en caso de mal tiempo, como es el Museo de la Pesca y la Salazón, provisto de fábricas salazoneras rehabilitadas y miles de objetos ligados al mundo del mar y la historia de las rías gallegas.

Y tanto si es día de playa como si no siempre es recomendable recorrer la red de senderos existente en Punta Moreiras, así como los trazados peatonales de A Lanzada, Pedras Negras y A Toxa.

Esta isla, por cierto, es otro de los más reconocidos reclamos de la localidad, tanto por la historia que la rodea como por sus aguas termales y mineromedicinales, su oferta hotelera y la existencia del centro de artesanía O Redondo y del espacio comercial conocido como La Aldea.

No confundir con la Aldea Grobit, un enclave de cuento pensado para disfrutar en familia que se ha convertido en una de las zonas más visitadas de este territorio insular, junto con los burros fariñeiros que habitan la parcela próxima al puente y no dejan de recibir la visita de grovenses y turistas.

El Beach Club La Toja, el puerto deportivo o el campo de golf completan la oferta de A Toxa, que a su vez se suma a otras opciones existentes en O Grove que no dejan de sorprender, tales como los barcos de pasajeros que operan desde O Corgo para conocer los secretos de la ría.

Y no hay que olvidar al pesquero rehabilitado "Chasula", un aula de naturaleza flotante que ofrece rutas guiadas para descubrir mamíferos marinos y aves tanto dentro como fuera de la ría de Arousa.

Hay otra aula de naturaleza, ésta terrestre y situada en Monte Siradella, donde disfrutar de fantásticas vistas sobre el istmo de A Lanzada.

Unas vistas, por cierto, que compiten con las que se divisan desde Con da Hedra, donde además de un mirador se encuentra el refugio de las vacas cachenas que crían los comuneros de San Vicente.