La Festa da Malla de San Vicente era una escenificación que parecía plenamente consolidada y servía para mostrar a las nuevas generaciones cómo se vivía antiguamente en el rural. Pero después de diez años de celebración, y cuando todo apuntaba que tenía enormes posibilidades de futuro, ha desaparecido sin dejar rastro y, sobre todo, sin que nadie explicara el por qué.

Puesta en marcha y organizada durante los primeros años por la asociación cultural Roza do Pedrol, en la pasada -y última- edición pasó a manos de la Asociación de Amigos do Quinteiro.

En las diez ediciones desarrolladas sorteó diversos contratiempos, desde los actos vandálicos que destrozaron los escenarios principales de la celebración -en la Horta do Cura- hasta inclemencias meteorológicas.

Pero aún así, y a pesar de competir en los últimos años con dos "monstruos" como la Romería Vikinga y la Festa do Albariño -el primer domingo de agosto-, la Festa da Malla supo sobrevivir y, como se decía al principio, logró consolidarse, ofreciendo a la parroquia de San Vicente de O Grove una baza turística y cultural extra.

Recrear el proceso de la "malla", consistente en separar el grano de la paja, arar la tierra con ayuda de buenos bueyes, mostrar oficios tradicionales -algunos desaparecidos-, servir productos típicos de la huerta e implicar a vecinos ataviados con las ropas de antaño parecía suficiente para preservar esta celebración. Y no fue así.

Parece que ciertos problemas organizativos y discrepancias entre quienes se ocupaban del evento acabaron propiciando la suspensión definitiva de este llamativo evento que, por si fuera poco, se desarrollaba a escasos metros de importantes playas mecas.