La Guardia Civil ha abierto un expediente de infracción al club de alterne de Meis que, la pasada semana, anunció la celebración de una fiesta con churrasco y camareras en toples para inaugurar una zona chill out para la que carecía de permiso urbanístico.
Así lo reconocía ayer la alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, explicando que ese expediente de infracción se ha abierto "por diferentes motivos", aunque entre ellos está el de celebrar la fiesta pese a las advertencias del Concello. En principio, la actividad no se habría celebrado en el espacio que se había habilitado para el chill out. Sin embargo, existiría constancia de que sí tuvo lugar en el interior del establecimiento. De ello habrían tomado buena nota los agentes de la Guarida Civil, que "levantaron las correspondientes actas de infracción" dando traslado de las mismas a la Subdelegación del Gobierno. Ese expediente de infracción puede resolverse con una importante sanción económica para el establecimiento y sus propietarios.
La alcaldesa mantiene su intención de revisar si tanto el establecimiento en cuestión, como otro que se encuentra a escasos metros de distancia y se dedica al mismo negocio, cuentan con licencias urbanísticas y de actividad adecuadas. "Los técnicos municipales están trabajando en eso, la orden es revisar unas licencias que se otorgaron en 1992" y se compromete a actuar con contundencia contra los dos establecimientos. Giráldez lleva años denunciando la existencia de esos dos establecimientos, situados ambos en la conocida como recta de A Goulla, y la celebración de esta fiesta ha vuelto a poner el objetivo en ellos, pues "no vamos a consentir que no cumplan de forma escrupulosa la ley".
Esa contundencia fue aplaudida ayer por Carmela Silva, presidenta de la Diputación de Pontevedra, durante su visita a Meis. Silva pidió un reconocimiento público para la alcaldesa "por la valentía que está demostrando en este asunto" y no dudó en definiese como "una abolicionista, estoy en contra de la prostitución y de la trata de mujeres, porque esto es una forma de esclavitud en pleno siglo XXI".
La propia presidenta de la Diputación aseguraba que, con respecto a este tema, "he recibido amenazas e intentos de chantaje a través de Twitter con el objetivo de amedrentarme, y eso no se puede consentir; enfrente tenemos a gente que es capaz de cualquier cosa, como mínimo de amenazar, por eso la sociedad no puede mirar hacia otro lado y debe respaldar las actuaciones de una alcaldesa valiente como esta".
Silva insistió en hacer este reconocimiento a la alcaldesa porque "el mundo de la administración local no dispone de muchas armas para luchar contra este tipo de establecimientos, más allá de revisar la situación urbanística". La presidenta de la Diputación recordó sus tiempos como edil de urbanismo en Vigo, etapa en la que "conseguí cerrar algunos de estos clubes de alterne usando las posibilidades que tenían, investigando las licencias y el cumplimiento de las normas urbanísticas; es la única alternativa que tenemos".
Desde el momento en que saltó la polémica por la celebración de la fiesta en el club de alterne de A Goulla, la presidenta de la Diputación no dudó en arremeter contra este tipo de negocios, vinculados a la explotación sexual de las mujeres y a la prostitución. La presidenta llegó a calificar a los clubes de alterne como "verdaderos campos de concentración para mujeres".
