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"Empapelamos A Illa de carteles, y nos los arrancaron"

-¿Cuáles son las playas más problemáticas para ustedes?

-A día de hoy, como todas son tan accesibles, cualquiera. Hace unos años había playas ajenas a la masificación. Pero ahora es fácil llegar a cualquiera de ellas, y te encuentras gente en todos lados. Claro que las más masificadas son las más sensibles.

-¿Es más desagradable enfrentarse a un bañista o a un furtivo convencional?

-Para nosotros es muy violento. En esta época, a todo el mundo le gusta ir a la playa y descansar un rato, relajarse. Pero para nosotras es imposible pasar una tarde tranquila en la playa, incluso cuando no estamos vigilando, porque si vemos a alguien cerca nuestra que está mariscando ya no nos queda más remedio que ir allí o llamar al vigilante. También nos resulta más violento porque se repite con mayor frecuencia. Para mí, el furtivismo de bañador es mucho más grave que el furtivismo tradicional, porque al final de año la cantidad de marisco que nos quitan los bañistas es mucho mayor que la que perdemos por culpa de los furtivos.

-¿Se sienten comprendidas por la sociedad o tienen la impresión de que la gente considera que exageran?

-Diría que al cincuenta por ciento. El año pasado recibimos críticas impresionantes en las redes sociales, diciendo que la playa es de todos, que teníamos que demostrar que esa almeja la habíamos sembrado nosotras. Pero también hay muchísima gente que conoce todo el trabajo que hay por detrás de ese marisco, las siembras, las limpiezas, las vigilancias, y que es un trabajo no remunerado.

-¿Serían efectivos unos carteles indicando que está prohibido mariscar?

-El año pasado los hicimos nosotras, con hojas plastificadas, y los pusimos en todas las playas. Empapelamos A Illa de carteles y nos los arrancaron todos. Este año se los hemos pedido al Concello y nos dicen que llegarán pronto. Esperamos que se pongan cuanto antes, porque ahora es cuando hacen falta, no en septiembre.

-¿Cómo está funcionando el plan de infiltrar vigilantes entre los turistas?

-Bien, estamos viendo que así descubrimos más casos. La gente no actúa igual cuando se siente vigilada que cuando cree que nadie le está mirando.

-¿Hacen muchos turnos de vigilancia debido a la dimensión del problema?

-Somos las mariscadoras que más días vigilamos de toda la ría. Hay meses de hasta nueve días de vigilancia por persona.

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