La Fiscalía de Medio Ambiente activó la campaña de prevención de incendios forestales hace un mes y lo hizo remitiendo un oficio a las distintas fiscalías provinciales en el que recordaba las medidas a adoptar por el Ministerio Público para intentar evitar que ardan los montes y que estos fuegos puedan derivar en resultados catastróficos, prestando especial atención a si los municipios cuentan con planes de prevención obligatorios.

En total, trasladó el requerimiento de elaborar planes de prevención de incendios a un total de 151 poblaciones, de los cuales 63 eran ayuntamientos gallegos y 29 de la provincia, entre los que estaban Pontevedra, Sanxenxo, Poio, Ponte Caldelas, Caldas y Cotobade.