El buque bateeiro "Meisba" volvió a tener el honor de acoger el trono de la imagen centenaria de la Virgen del Carmen, trilliza de las de A Illa y A Pobra, que ayer fue sacada en procesión por los marineros y pescadores de O Grove.
Salió sobre las siete de la tarde de O Corgo acompañada por medio centenar de embarcaciones que participaron en la ofrenda floral en homenaje a los fallecidos en los últimos naufragios, con un recuerdo especial a las cuatro víctimas del Sin Querer Dos y también al fallecido en el catamarán Boramar hace ahora casi un año.
De ahí, en parte, la solemnidad de este año. Ya por la mañana, explica el presidente de la comisión de fiestas Alfonso Oubiña, fue multitudinaria la misa solemne oficiada por el arzobispo de Santiago Julián Barrio y concelebrada por doce sacerdotes, entre otros los dos de Meaño y Portonovo que se ordenaron la pasada semana. La celebración litúrgica fue cantada por la Coral de la Confraría de Pescadores.
Pero los actos más llamativos eran por la tarde. Primero la procesión terrestre de la Virgen del Carmen que salió a hombros portada por cincuenta costaleros desde la capilla hasta la lonja en la que ofició otra misa en su honor.
Al término, una salva de bombas, las sirenas de los barcos y de la propia lonja anunciaron el comienzo de la procesión marítima, con barcos engalanados para la ocasión a los que se subieron cientos de pasajeros. A la marcha se sumaron este año varios catamaranes turísticos que surcaron las aguas de O Grove en un emotivo homenaje a la patrona de los marineros.
Todo el recorrido fue emitido en directo a través de una pantalla gigante que se instaló en O Corgo para seguir la procesión desde tierra. La comisión de fiestas contrató un servicio de drones para grabar todo el paseo por el mar.
"Es un acontecimiento precioso, espectacular", señala Alfonso Oubiña que no quiere que se olvide la enorme ayuda que les prestó Joaquín Fontán, presidente de la cofradía de los Dolores, una de las más relevantes de la localidad de O Grove.
También agradeció toda la colaboración de muchos vecinos que aportaron flores para decorar no solo el paso de la Virgen sino casi todos los lugares que cruzó.
