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Meaño se vuelca con su flamante sacerdote

Los vecinos de la localidad celebran una fiesta de bienvenida

El sacerdote Santiago Telmo se estrena en los oficios litúrgicos. // T.H,

El meañés Santiago Telmo Dovalo vivía a las 19 horas del domingo su "Misa Nueva", esta es, la primera que sirve de largo para su proclamación como sacerdote, y que oficiaba en su estreno en la iglesia de San Juan Bautista de Meaño, templo que lo vio nacer y donde recibió los primeros sacramentos. Una misa que se convertía en un acontecimiento religioso y social para la parroquia que, cuán boda al uso, contó con centenares de feligreses que disfrutaron luego de la fiesta en el atrio, donde no faltó un suculento ágape a modo de cena informal con música, con la actuación del Grupo de Acordeones "Rías Baixas", que abandera su propio tío-abuelo, Pablo Dovalo.

En la que era su primera misa, Santiago Telmo ofició acompañado de quince sacerdotes de los arciprestazgos de Salnés, Ribadumia y Arousa, que llenaron el altar, mientras la homilía recaía en el cura-párroco de Meaño José Manuel Taibo. El templo, con una parte reservada para familia -con sus padres emocionados luciendo atuendo para la ocasión-, vio desbordado su aforo, con presencia de compañeros del Seminario Mayor de Santiago, antiguos profesores y numerosos feligreses ávidos de participar en la fiesta. Entre ellos, también el alcalde Carlos Viéitez que participaba del acto.

El del oficio religioso incluía al final el protocolario "besamanos" del sacerdote, en que primero los curas compañeros cumplían el ritual de besar las manos ungidas del sacerdote en la ordenación, y que luego realizaba, guardando cola de rigor, el resto de público en acto de veneración.

Tras la misa llegaba el turno para la fiesta en el exterior bajo una carpa habilitada para tal fin y que le brindaba la que fuera su parroquia. El público se fue congregando alrededor de las mesas, en la que el restaurante Casa Rodiño empezó sirviendo el menú que se afrontaba de pie, a modo de ágape, con empanaba, tortilla, quesos, y otros fríos, que se reforzaba luego con platos calientes a base de mejillones, navajas y zamburiñas. La cita se fue convirtiendo así en cena informal, regada para la ocasión por albariños, cervezas y aguas. Un evento que facilitó la socialización y la confraternidad de los feligreses y sacerdotes, y que luego contaba con su dosis de canto, alentado por el grupo de acordeonistas.

Santiago Telmo, reconocía que "para un sacerdote un evento así es como una boda para los seglares, por lo simbólico que esto conlleva". "Lo agradezco muchísimo a la parroquia -agrega-, tanto que me emociona, y recordaré siempre en la vida esta misa y el día de hoy, rodeado de toda mi gente". Tras ella llegara a finales de julio la "Misa Nueva" de otro saliniense, Damián Vidal Bouzas, que se pondrá de largo en su parroquia de Vilalonga.

A sus 26 años Telmo Dovalo conocerá su destino a partir de agosto. La posibilidad de que un día pudiera ser párroco de su Meaño natal -tal y como fue su tío bisabuelo Desiderio Dovalo- no prima en sus deseos: "El dicho de que nadie es profeta en su tierra -afirma- también se aplica a la labor pastoral. Por eso soy de los que piensa que es mejor empezar en parroquias de más lejos, porque el ejercer en la parroquia donde viven los padres, la familia? siempre limita en parte, porque cualquier cosa que uno diga o que haga, les involucra".

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