"Al gobierno de Catoira le quedan 100.000 euros de financiación para la Festa Vikinga de este año y espero que los gestionen bien". Este es el mensaje que ayer envió el exalcalde socialista Alberto García, responsable de que esta celebración haya conseguido situarse entre las fiestas tradicionales más importantes de Galicia y de obtener la declaración de Interés Turístico Internacional.
El actual líder de la oposición, descabalgado tras las elecciones del 26 de mayo gracias a una pinza entre el BNG y el PP, se muestra especialmente orgulloso del nivel que ha alcanzado esta romería, basada en acontecimientos históricos y que tiene como referente las Torres do Oeste en el río Ulla.
García justifica la inversión que se ha realizado en los últimos años, especialmente los 174.000 euros que se gastaron en la pasada edición "de los que el Ayuntamiento solo aportó 20.000", explica.
El resto de la financiación corrió a cargo de instituciones europeas o de la recaudación de la comida vikinga a la que acudieron un millar de personas "que pagaron sus platos". Por este concepto se obtuvo la nada desdeñable cifra de 30.000 euros.
Pero agrega García que el coste de la fiesta ha "retornado" con creces en el municipio de Catoira por lo que considera muy bien empleado el gasto y espera que este año "se mantenga un nivel parecido". Sin embargo teme que el nuevo gobierno "la haga desaparecer", lo que entiende "sería un error".
Asimismo García critica al nuevo alcalde, Xoán Castaño, del BNG, por traicionar ese "espíritu de transparencia que tanto han prodigado en los últimos años".
"Acabo de recibir el expediente de contratación de los cuatro monitores de verano que ha contratado el Ayuntamiento de Catoira, una información que solicité el pasado 24 de junio por registro".
Asegura que en dicho informe se observan varias irregularidades manifiestas pues "el baremo no ha sido público y solo se valoraron los currículos presentados sin que los candidatos hayan aportado los títulos que les acreditan para la actividad". Entiende que se trata de una anomalía grave de la que solo es responsable el alcalde "porque es el único que puede firmar esos contratos·"
Algo similar observa el líder socialista catoirense en otros tres contratos laborales "que se aprobaron el viernes pasado también sin publicidad ni oferta pública de empleo", se queja.
Aunque considera que dichas contrataciones no se ajustan a los criterios legales establecidos, "de momento solo lo quiero denunciar a nivel político".
Y en ese sentido recalca el cambio de postura del actual alcalde Castaño con respecto a los funcionarios. "En los anteriores mandatos municipales, el portavoz del BNG no se ha cansado de decir que todos los funcionarios habían sido colocados a dedo por mi y ahora no se cansa de hacerles la pelota cada día", se sorprende el exregidor municipal
García defiende la profesionalidad de todos y cada uno de los empleados públicos de Catoira y recalca la perfección de sus "rutinas de trabajo", por lo que permiten que el Ayuntamiento funcione "gracias a esa inercia que se ha conseguido durante los últimos mandatos".
Y a la vez cuestiona que todavía no se hayan constituido los órganos de gobierno de la localidad por lo que el único que tiene poder de decisión en el Concello es el alcalde, tras haber tomado posesión el pasado 13 de junio. Tampoco se han fijado, por tanto, ni áreas, ni sueldos, ni liberaciones.
Cabe poner de manifiesto que Catoira pretende que la sesión de organización se celebre la próxima semana, aunque se desconoce todavía el papel que los nacionalistas cederán al Partido Popular tras favorecer la investidura de Castaño.
