La Consellería do Mar volverá a llevar a las playas una nueva campaña contra el furtivismo de bañador. El ente que dirige Rosa Quintana es consciente de los problemas que esta actividad está generando a pósitos como el de A Illa, donde se encuentran con bañistas que se dedican a esquilmar las playas aprovechando su visita de ocio a la misma.

La buena acogida encontrada en campañas anteriores ha llevado a la Consellería a sacar a concurso una nueva edición, la cual se prolongará durante los meses de verano.

Esta campaña se dará a conocer en los próximos días y visitará, precisamente, los puntos más conflictivos, como es el caso de A Illa, donde mariscadoras y vigilantes van a infiltrarse entre los bañistas para identificar a los que esquilman el marisco.

Durante los últimos años, la Consellería ha desarrollado diferentes medidas de sensibilización social sobre el impacto del furtivismo como la campaña "Non vivimos do aire, os mariscadores tampouco", iniciativa en la que se repartieron abanicos en las playas para concienciar a la ciudadanía de la ilegalidad de extraer marisco sin permiso.

A ello se suma la puesta en marcha de una aplicación, de nombre "Non piques, non peques" que contenía información sobre la época óptima para el consumo de productos del mar, así como la campaña "Non sexas pirata! Á praia vense a gozar, non a saquear", realizada el año pasado en diferentes arenales de Galicia, entre ellos, los de A Illa.

Además, la Consellería también se dedica a tramitar los expedientes que le llegan desde las Cofradías, remitiéndolas a la jefatura territorial correspondiente, donde se tramita la correspondiente denuncia. Estas se encuentran definidas en la Lei de Pesca de Galicia y pueden ir desde una sanción leve, de tan solo 60 euros, hasta una muy grave, que acarreará el pago de 300.000 euros.

Estar en un lado u otro depende de muchos factores entre los que se encuentran la reincidencia, la talla del marisco extraído, resistencia o el número de kilogramos. Eso sí, en el caso de que la mercancía objeto de la infracción fuese tóxica, es decir, extraída de una zona prohibida, estaría considerado como delito contra la salud pública, por lo que la sanción acabaría siendo determinada por un juez.

Las mariscadoras de A Illa mantendrán la vigilancia de las playas durante todo el verano, especialmente, los días con mayor afluencia de personas a los arenales.