Alberto García ha querido salir al paso de las cuestiones por las que ha sido señalado por el actual gobierno catoirense encabezado por Xoán Castaño. En su comparecencia el exalcalde comenzó refiriéndose a que el concello es "un despropósito. Se escudan detrás de informes de funcionarios para no gobernar. Las medidas las tienen que tomar los políticos y no los funcionarios", en relación a los informes sobre los gastos efectuados en comidas por más de 71.000 euros desde 2018.

La justificación respecto a estas cantidades es, según el que fuera primer edil, que "en Catoira se hacen muchos congresos con mucha gente que paga sus comidas, pero que la factura viene a nombre del Concello. Además, también hay comidas con altos cargos de diferentes países por motivos de congresos y Erasmus". En la misma línea, señala que son gastos que "tuvieron un retorno para Catoira muy grande, porque gracias a esas gestiones viene mucha gente a gastar al Concello".

También hizo mención García a las medidas de control aconsejadas para los próximos cuatros años a consecuencia de lo que el BNG entiende como delicada situación económica municipal, "durante 30 años en Catoira solo se subió el agua y porque la Xunta la sube. Nunca se subió el IBI ni las tasas municipales". En la misma línea el líder socialista defendió su gestión añadiendo que "quedan 200.000 euros en caja y 100.000 euros para que empiecen a organizar la Romaría Vikinga. Todos nuestros presupuestos se cerraron con remanente de tesorería".

Respecto a la deuda acumulada, Alberto García la sitúa en 3.400.000 euros, "que estaba asumiendo el concello desahogadamente. Además quedan cerca de 100 millones de euros en activos como edificios y demás". Incluso se refirió a partidas que ya fueron aprobadas como las de "48.395 euros para el paseo marítimo, 48.337 euros para mejoras de caminos y asfaltados o cerca de 119.981 euros para accesos en el polígono industrial. También está redactado un plan de movilidad urbana sostenible y un plan de dinamización".

Las acusaciones al gobierno de Castaño, al que también se refirió como "alcalde del PP", prosiguieron respecto a "su intención de no agasajar con la cena a los actores del desembarco de la Romería Vikinga. Les dicen que con un bocadillo tienen suficiente".

Por otro lado, respecto a su paso diario por las dependencias municipales, Alberto García señala que "no pueden prohibir el paso a nadie y menos a alguien que ha ganado elecciones. Voy un rato todos los días a atender a vecinos que me dicen lo mal que están muchas cosas en Catoira. Como alcalde siempre recibí a todos y ahora hay que esperar una semana para que te atiendan. Y estos son los que hablan de transparencia".

Al respecto de la polémica sobre la contratación para el departamento de servicios sociales, el exalcalde argumentó que "llevo desde el 24 de junio solicitando un expediente que se me negó hasta ayer. Además en el proceso de selección se estaba beneficiando a gente de fuera de Catoira", para terminar refiriéndose a la labor del equipo de Xoán Castaño de "auténtico despropósito".