Ribadumia espera un nuevo éxito para la Festa do Polo Asado. Los organizadores del evento, que celebra su vigésimo sexta edición, estiman repartir entre 500 y 600 kilos de zancos y pechugas a los cientos de familias que se acercan todos los años a esta cita gastronómica. Se espera que las cifras sean similares o mejores a las de años anteriores y se repita la llegada de cerca de 1.000 personas.

Aparte del incentivo gastronómico, el recinto de la carballeira se ha acondicionado para albergar diferentes actividades. Concursos, conciertos y una sesión vermú servirán de acompañantes para el plato principal que, como no, es el propio pollo. El grupo de gaitas "Os Carballeiras"y el dúo "La Rosa" serán los encargados de dar la nota musical. Sus actuaciones están previstas para las 12 de la mañana.

Los vecinos se podrán acercar a los alrededores del recinto a partir de las 10 de la mañana y los eventos se celebrarán a lo largo del día. Destaca el concurso al mejor pollo preparado en casa de un vecino. Para participar en él, los interesados deberán apuntarse previamente.

La fiesta, que el año pasado había amenazado con dejar de organizarse por culpa de un problema legislativo, sigue adelante. La ley, aprobada para la edición de 2018, obligaba a la organización a contratar a camareros y un catering profesional para evitar cualquier tipo de problemas con los voluntarios, que hasta aquel momento prestaban su ayuda para colaborar en esta fiesta tradicional.

La avícola local Otres volverá a suministrar la comida para el evento, de forma que los servicios volverán a tener el precio asequible y popular del que han gozado durante la mayoría las ediciones. De esta forma, se podrá acceder a un menú con pollo asado, pan, vino (o agua o refrescos) y café y licores por 10 euros, que sirven para pagar el cubierto y como donativo a la asociación organizadora. El precio baja un euro con respecto a la edición de 2018.

El menú se podrá completar con pulpo, ya que hasta el recinto también se acercará una experta de O Carballiño. El precio de este producto no está incluido en el menú general y si alguien quiere disfrutarlo, deberá pagarlo aparte.

En cuanto a la nota negativa del evento, la organización espera poner fin al problema que se repite todos los años de que se acerque gente con su propio plato de comida para disfrutar del ambiente festivo que se vive en la carballeira.

Otra de las preocupaciones principales es la de evitar aglomeraciones. Para eso la comisión de fiestas y los voluntarios inciden en la necesidad de que los vecinos retiren sus tickets antes del día de la fiesta para que no existan problemas de mesas y poder llevar toda la jornada con tranquilidad.