Los "brotes verdes" de la economía no han llegado a la comarca o, al menos, no tienen incidencia en la actividad de las ONGs, como Cáritas Interparroquial de Arousa, que ha cerrado el balance de actividades del año pasado con mayor número de intervenciones. El número de beneficiarios subió, llegando en 2018 a los 1.007, repartidos en 389 mujeres y 618 hombres. El comedor social es uno de los servicios que presta Cáritas y el año pasado contabilizó 14.114 intervenciones.
La mayor parte de los usuarios de los diferentes servicios de la entidad son de nacionalidad española (744 casos), en tanto que algo más de un centenar son ciudadanos comunitarios. En los últimos tiempos se ha notado un aumento de demandantes procedentes de Venezuela. Con mayor número de usuarios también crece la actividad del ropero que ofrece vestimenta en condiciones para usuarios de todas las edades.
En cuanto al comedor social, que comenzó hace décadas con comidas diarias, en la actualidad ofrece desayunos, comidas y cenas. Este servicio atiende una media de entre 40 y 50 personas a la hora del almuerzo. La fluctuación depende de la presencia de transeúntes en la ciudad.
El director de Cáritas Interparroquial de Arousa, Francisco Fernández, indica que los transeúntes suponen un problema porque, según las normas del comedor, esta gente puede usarlo 3 o 4 días como máximo para dar prioridad a las personas asentadas en la comarca. Al final, algunos optaron por asentarse en uno de los domicilios de la zona, logrando así el acceso a otras prestaciones como la Risga o el servicio médico. Es un primer paso para el trabajo con respecto a la reinserción sociolaboral en la que Cáritas trabaja con esta gente.
El promedio diario de cenas en el comedor social es de 30 a 35. Hasta hace un tiempo los desayunos eran prácticamente simbólicos, pero gracias a la colaboración de establecimientos comerciales de la zona que donan frutas y pastelería, esta comida de la mañana se hizo más atractiva y ahora hay una media de 20 comensales a la hora del desayuno.
Otro de los servicios que continúa incrementando el número de usuarios es el comedor sobre ruedas, denominado también intervención domiciliaria. El año pasado se llevaron menús a 23 personas (14 hombres y 9 mujeres), generalmente mayores de 65 años que viven solas.
La casa de acogida de San Cibrán, con capacidad habitual para 14 plazas, acogió en el año 2018 a 12 españoles y 5 extranjeros. El paso por este centro es de duración media porque se trabaja con el usuario en su reinserción social y laboral. En la actualidad, este centro está funcionando a pleno rendimiento y hay gente en lista de espera para su ingreso, tan pronto como quede una vacante.
