Un vecino de la avenida de López Ballesteros, frente a la estación de autobuses de Vilagarcía, sembró el pánico entre los habitantes de la zona y las personas que circulaban por esta vía durante la mañana de ayer. Se trata de un hombre de mediana edad que vive solo en un apartamento de alquiler y que ya provocó varios altercados en otras ocasiones.

Los incidentes, según comentaron los afectados, comenzó ya a las 9 de la mañana cuando el hombre, muy nervioso, entró en la estación de autobuses exigiendo hablar por teléfono. Como no se le permitió hacer la llamada que pretendía, inició un altercado hasta que fue conminado por la Policía a retirarse.

El individuo regresó a su domicilio y, al poco tiempo, comenzó a arrojar todo tipo de objetos a la vía pública, dando gritos, diciendo que había olor a gas y que iban a volar todos por los aires. Los vecinos, asustados, primero llamaron al servicio municipal de Emergencias y a los Bomberos que nada pudieron hacer para tranquilizar al hombre, constatando que no había peligro de escape de gas.

Pero la agresividad del individuo fue en aumento, continuó arrojando objetos a la calle, incluida una bombona de butano que llegó a impactar contra un vehículo que en ese momento circulaba por la zona. Los vecinos llamaron a la policía. En el lugar, para tranquilizar al individuo y hacerlo desistir de su actitud, se concentraron hasta ocho efectivos de la Comisaría y de la Policía Local. También acudió una ambulancia con personal sanitario, pero al principio no se dejaba atender.

Posteriormente lo convencieron para recibir atención sanitaria y al filo de las 12.30 horas, y la unidad del 061 logró salir de la explanada exterior de la estación de autobuses para trasladarlo hasta el centro hospitalario.