El segundo tren de mercancías que atraviesa una importante zona urbana de Vilagarcía de Arousa para dirigirse al muelle de Ferrazo duplicó los contenedores transportados. En esta ocasión fueron 29, por lo que el convoy tuvo también el doble de longitud, unos 440 metros de extensión.

Como la pasada semana, la operación se realizó en viernes, día en que atraca en el Puerto de Vilagarcía de Arousa, concretamente en la terminal de contenedores ubicada en el muelle de Ferrazo Sur 1, el buque portacontenedores Alinda, con bandera de Países Bajos.

Este barco de Boluda Corporación Marítima SL recala en el muelle vilagarciano semanalmente, procedente de Bilbao y con destino a los puertos canarios de La Luz (Las Palmas de Gran Canaria) y Santa Cruz de Tenerife, destino de las mercancías que se cargan, procedentes de la península.

El nuevo tren de contenedores operado por Renfe, y fletado por la terminal de contenedores de Boluda en el Puerto de Vilagarcía, realizó la operativa por la ciudad a paso de hombre y sin ningún tipo de incidencia tanto en la ida como en el regreso.

Las maniobras fueron seguidas atentamente por numerosos curiosos, aunque este segundo viaje tuvo menos público que el de la semana anterior.

La operativa

Todo estaba previsto para la llegada del tren de mercancías a las 11.40 horas a la altura del cruce de la rotonda de O Ramal, donde se iba a producir el primer corte de tráfico en la avenida de Rosalía de Castro, participando personal del Puerto, policía portuaria y policía local de Vilagarcía.

El convoy estaba en las inmediaciones, pero tuvo que retrasar el inicio de su última etapa rumbo al muelle de Ferrazo unos 20 minutos. La explicación fue que había sufrido un retraso un tren de pasajeros en su llegada a la estación de Vilagarcía y el de mercancías tenía que esperar para darle paso, e iniciar las maniobras hacia el cruce de O Ramal.

Pasadas las 12 horas asomó la locomotora, tras la cual había dos composiciones vacías, seguidas de un total de 29 contenedores cargados de mercancías, con una longitud total del convoy de unos 440 metros.

Pasadas las 12.20 horas, el convoy había logrado superar la rotonda de O Cavadelo, después de pasar por la calle de Rivero de Aguilar, y paulatinamente se reabría el tráfico rodado en la zona. Cinco minutos después, el tren estaba ya en el interior del recinto portuario, por lo que quedó despejado el tráfico de la ciudad.

En la avenida de Valle Inclán, la Policía Local tuvo que actuar y gestionar la imprudencia de un ciclista que, como no podía pasar por los dos carriles de ida hacia Vilaxoán que estaban cerrados por la circulación del tren de mercancías, optó por seguir su ruta hacia la rotonda de Pablo Picasso en dirección prohibida, pedaleando de frente a los coches que pretendían entrar al centro de la ciudad.

El convoy ferroviario estuvo durante toda la jornada en el interior del recinto portuario ya que, una vez que se descargaron los contenedores llenos para trasvasarlos al buque Alinda, la misma composición de Renfe se hizo cargo de los recipientes vacíos que traía el barco y que vuelven a destino para un nuevo transporte, previsiblemente la próxima semana.

Tras las operaciones de descarga y carga, el tren de mercancías con otros tantos contenedores vacíos, volvió a salir del recinto portuario a las 19.30 horas, media hora antes de lo previsto y quince minutos después estaba ya atravesando la rotonda de O Ramal. En esta ocasión, la experiencia de la operativa de la semana anterior y de la propia mañana de ayer, ha permitido agilizar el procedimiento de cortes de tráfico con el fin de reducir al máximo las molestias a los conductores que pasan por la ciudad.