La profesora Silvia Freire disertó ayer en el Concello de Catoira sobre "Imaginarios sociales de la prostitución y la trata sexual: dificultades para la inclusión social".

Lo hizo dejando patente "la gran 'invisibilización' existente en torno a este fenómeno", pero destacando también que "la gran mayoría de las víctimas no son detectadas ni identificadas, en parte porque hay muchísima corrupción a todos los niveles, pero también debido a algo incluso más importante, como es la gran y preocupante connivencia que existe con el putero y la aceptación social del clientelismo sexual".

Eso es, a su juicio, lo que hay que combatir, "para así poder evitar la existencia de un contingente de mujeres a disposición de esa demanda sexual".

La oradora tuvo la oportunidad de explicar que "en Galicia tenemos la experiencia de registrar 1.500 víctimas y solamente cinco denuncias identificadas, y eso se debe a que el Estado no está preparado ni tiene los recursos o mecanismos para afrontar las medidas que exige un proceso de protección y asistencia a una víctima de trata".

En su ponencia, Silvia Freire se centró en la existencia de "determinados imaginarios sociales respecto de esos dos fenómenos confluyentes y generalizados que son la prostitución y la trata sexual". Lo hizo para poner de manifiesto "las dificultades a las que se enfrentan los Estados para articular políticas públicas que apoyen y gestionen la inclusión social de las víctimas".

La profesora de Sociología quiso hacer especial hincapié en la gravedad y consecuencias del "no reconocimiento social del daño que se causa a las mujeres" con ambos fenómenos.

En sus reflexiones abundaron otros ponentes. Entre ellos la alemana María Neunteufel, centrada en explicar que "la cultura se utiliza a menudo para justificar la desigualdad de género y la violencia".

En relación con esto, dejó constancia de que "la violencia de género se basa tanto en la cultura como en la sociedad, reforzada y potenciada por el patriarcado".