El hombre de origen dominicano que el pasado sábado huyó de un domicilio del entorno de la Plaza de la Independencia, tras protagonizar un altercado con otro de origen colombiano, en el que se disparó un arma de fuego, se entregó a última hora del domingo en la Comisaría de Vilagarcía. La Policía trata de esclarecer los hechos, así como la titularidad de la pistola, ya que ninguno de los protagonistas la reconoce como suya.

Está previsto que hoy el detenido pase a disposición del titular del Juzgado de Guardia, una vez que se complete el informe policial sobre este suceso.

Los efectivos de Comisaría acudieron el sábado por la tarde a un domicilio de la zona de la Plaza de la Independencia en el que se produjo el disparo de un arma. Al llegar, se encontraron con el inquilino del inmueble, un hombre de origen colombiano, con un golpe en la cabeza.

Una bala en la pared

Explicó que había sido agredido por otro con un arma de fuego y esta se disparó, quedando el proyectil en una pared de la habitación sin alcanzar a nadie. El autor de la agresión, un hombre de origen dominicano, se había dado a la fuga.

Pero el hombre recapacitó y el domingo por la noche se presentó de forma voluntaria en la Comisaría de Vilagarcía para dar su versión del incidente.

Reconoció que fue a la vivienda del colombiano el sábado, al que acusó de vender droga a su sobrino. Su visita tenía dos objetivos, por una parte le pidió que deje de suministrarle el estupefaciente al joven de su familia, y por la otra, quería recuperar su perro.

Según declaró el agresor, su sobrino le había robado todas las cosas de valor para hacerse con la dosis, y la última vez le sustrajo el perro con el mismo fin. Expuso que fue recibido por el supuesto suministrador de la droga en su domicilio y que sobre la mesa tenía una pistola. Comenzaron a discutir y en un momento del altercado, se puso nervioso y cogió el arma con la que le pegó en la cabeza, sin saber que estaba cargada. En ese momento el arma se disparó y el proyectil quedó clavado en la pared de la habitación, sin causar heridas a nadie. Pero se asustó, y decidió huir.

La policía trata de esclarecer ahora la titularidad de la pistola, que no está registrada. Ninguno de los protagonistas del altercado reconoce ser el dueño del arma de fuego.