La rapidez de descarga no depende solo de la tecnología que esté desplegada en cada territorio y de la potencia y ubicación de las antenas, sino también del teléfono móvil de cada persona y del número de usuarios que estén utilizando la red simultáneamente. Cuando este número se dispara, internet se ralentiza.
Eso obliga a las compañías de telecomunicaciones a reforzar el servicio tanto en las localidades muy turísticas como en aquellas que acogen eventos multitudinarios. Un ejemplo de esto último es Cambados, que durante la primera semana de agosto puede llegar a recibir unas 200.000 personas con motivo de la Festa do Albariño. Según datos difundidos por Telefónica el año pasado, durante la fiesta de Cambados el consumo de datos y voz por 3G se incrementa un 60 por ciento, el de 4G un 65%, y el volumen de llamadas crece un 108%. Lo que se suele hacer en esos casos puntuales es reforzar el servicio mediante el envío de una unidad móvil.
No obstante, en verano también se adoptan medidas para soportar el aumento de usuarios entre julio y septiembre. También Telefónica, incrementó en 2018 la capacidad de 31 de sus estaciones base de Galicia.
Otra alternativa a la que recurren algunos ayuntamientos en fechas señaladas es la instalación de redes públicas gratuitas en las calles. Cambados fue de los que optó por esta fórmula, también durante el Albariño.
