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Siniestralidad vial y Los "puntos negros" de O Salnés

La mayor parte de los accidentes de tráfico se concentran en solo una decena de carreteras

La comarcal que enlaza Pontecesures con O Grove, las autonómicas Vilagarcía-Pontevedra y Pontearnelas-Vilariño, y la provincial de Coirón a Barrantes se encuentran entre las más peligrosas de la comarca arousana

Accidente mortal en la rotonda de San Simón. // Iñaki Abella

Una decena de carreteras concentran la mayor parte de los accidentes de tráfico que se producen en O Salnés, según los servicios de Policía Local, Protección Civil y Emergencias consultados por este periódico. La antigua comarcal 550, que enlaza Pontecesures y O Grove, y que hoy está dividida en varios tramos, es uno de los principales "puntos negros" de la comarca, especialmente en Corón (PO-549) o Dena (PO-550). También figuran en esta relación los viales autonómicos de Vilariño a Pontearnelas y Mosteiro (PO-300), y de Vilagarcía a Pontevedra (PO-531). En este último caso, hay que hacer una mención especial a la rotonda de San Simón, por la gravedad de algunos de los siniestros que se producen en ella.

Cambados

El coordinador del servicio de Emergencias de Cambados, Iván Marín, afirma con rotundidad que el principal foco de accidentes de tráfico en este municipio se sitúa en la PO-300, que es la carretera autonómica que comunica Vilariño con Pontearnelas y Mosteiro. "Es la carretera más peligrosa de Cambados en este momento. Solo en 2018 contabilizamos 80 accidentes", explica.

Marín afirma que hay al menos dos tramos en los que se concentran los siniestros. Uno de ellos se localiza entre la rotonda de Vilariño y el desvío hacia Barrantes, y el segundo es pasado el polígono industrial de Sete Pías, en sentido Pontearnelas. "En esa carretera hay un exceso de velocidad claro. Hay zonas donde los coches y los camiones cogen una velocidad exagerada", afirma el coordinador de Emergencias.

Por ello, plantea como solución para minimizar el riesgo la colocación de un radar fijo de velocidad, al tiempo que se mejora la iluminación pública y se construyen aceras en los tramos que carecen de las mismas.

En segundo lugar, cita la vía rápida entre Cambados y Vilagarcía (VG-4.3), especialmente en el tramo comprendido entre la rotonda de Vilariño y el enlace de Corvillón. "Es la segunda carretera de Cambados por número de accidentes, y más de la mitad de los que se producen ahí son con animales que entran en la vía", explica Marín.

Ya en menor medida, desde Emergencias de Cambados aluden también a la PO-549 (Vilagarcía-Cambados), a la EP-9002 (Fefiñáns-Oubiña), y a las avenidas de Vilariño y Galicia, ya dentro del casco urbano. En el caso de la PO-549 son frecuentes los accidentes en los semáforos de Corvillón; en la EP-9002 se registró hace menos de dos semanas un grave accidente con un tractorista implicado; y en la avenida de Vilariño una madre y un menor fueron atropellados esta misma semana en un paso de peatones situado frente a un colegio.

O Grove

La conocida como "carretera de O Conde" (EP-9107) es el principal punto de siniestralidad en O Grove, según refiere el coordinador del servicio municipal de emergencias, Antonio Álvarez. "Es una carretera con una recta larga que termina en una curva muy cerrada sin visibilidad. Además, hay varios cruces antes y después de la curva y mucha gente cruza por donde no se debe". Todo eso, unido a una velocidad inapropiada conforman un cóctel muy peligroso. "A esa carretera ya hemos ido a hacer excarcelaciones. No solo hay muchos accidentes, sino que también son contundentes", espeta Álvarez.

Entre las medidas que están previstas para rebajar el número y gravedad de los accidentes en dicha vía, se encuentran la colocación de badenes elevados para el calmado del tráfico, y el establecimiento de una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, frente a los 50 actuales.

La PO-316, que es la vía de entrada a O Grove desde A Lanzada es el otro "punto negro" existente en la localidad. Para el coordinador de emergencias, hay dos tramos especialmente delicados. Uno de ellos es en el llamado Alto de Borreiros, donde hay un cambio de rasante con varios cruces; y el otro en Ardia, donde hace unos años murió un motorista tras chocar con un coche que se había incorporado a la vía principal desde una intersección.

La carretera de Ardia es de dos carriles y doble sentido, pero relativamente estrecha, y tiene mucho tránsito de coches y camiones. También son habituales los ciclistas, puesto que aunque existe una senda paralela para ellos, tiene algunos defectos de diseño que provoca que sea poco utilizada.

Vilanova

Protección Civil de Vilanova cita tres "puntos negros", y un cuarto que estaría a medio camino entre este término municipal y los de Vilagarcía y Caldas, como es la rotonda de San Simón, en la que confluyen las dos circunvalaciones de Vilagarcía, la carretera de Pontevedra y la Nacional que marcha hacia Caldas. En ese punto de la PO-531 han muerto al menos dos personas en los últimos años, tras estrellarse contra la glorieta.

Otros puntos conflictivos son la rotonda de Tarrío (entre la PO-549 y la PO-530, que es el enlace a la vía rápida), y la PO-307 (Tarrío-A Illa), a la altura de los semáforos de A Pantrigueira, donde son relativamente frecuentes los alcances. Finalmente, el servicio de emergencias local alude a la PO-549 entre Corón y Vista Real. "Es una zona muy poblada en la que los coches aparcan a los dos lados". La colocación de unos semáforos ha mejorado la situación, pero no siempre funcionan bien.

A Illa y Meis

El puente que une el continente con A Illa (PO-307) es donde más accidentes se producen en esta localidad, según el concejal de Seguridad Ciudadana de A Illa en el pasado mandato, Luis Arosa. "La velocidad está limitada en todo el puente a 80 kilómetros por hora, y está todo con línea continua. Pero hay muchísimos conductores que van más rápido que eso y que siguen adelantando", sostiene. La consecuencia es que es el lugar más delicado para la circulación, y que los accidentes en el viaducto acostumbran a ser de cierta gravedad.

En Meis, la carretera con más accidentes es la PO-531 (Vilagarcía-Pontevedra), siendo especialmente delicado el tramo comprendido entre Vilanoviña y A Goulla. En los últimos años ha habido varios siniestros con víctimas mortales.

Hay que tener en cuenta que esta carretera tiene un tráfico muy denso, ya que la utilizan una media de casi 20.000 vehículos diarios, una de las cifras más elevadas de Galicia entre las vías convencionales. Muchos de esos automóviles son camiones, lo que incrementa el riesgo. El presidente de Protección Civil, Jesús Paz, afirma que en la parroquia de Armenteira también hay viales relativamente conflictivos.

Ribadumia

El presidente de Protección Civil de Ribadumia, Andrés Otero, sostiene que el mayor "punto negro" de este municipio está en la EP-9305, y más concretamente en la llamada "curva de Gondar", que es el cruce que lleva hacia Cobas (Meaño). "Ahí hay una curva cerrada, y los accidentes son continuos. Hay muchas salidas de vía, sobre todo cuando llueve", señala el coordinador de emergencias. En su opinión, una rotonda en ese punto podría aliviar la siniestralidad.

En segundo lugar de siniestralidad, sitúa la curva de Cabanelas, en la EP-9501. Los coches que bajan desde el polígono industrial hacia la piscina se la encuentran de repente, al fondo de una pendiente bastante pronunciada. "El problema es que ahí los coches entran demasiado rápido", aduce Otero. Hace un tiempo, hubo unos resaltes de goma para calmar el tráfico, pero con el paso del tiempo desaparecieron. Seguidamente, se encuentra la rotonda de Leiro (entre la PO-300 y la EP-1305), donde son relativamente frecuentes las salidas de vía.

Andrés Otero afirma asimismo que aunque no pueda considerarse "punto negro", la carretera EP-9509 (Barrantes-Sisán), también es peligrosa porque muchos conductores van demasiado rápido y hay un cambio de rasante muy acusado. "La carretera está a 50 kilómetros por hora, pero hay coches que pasan por allí a más de 130. Ahora mismo no hay una gran siniestralidad, pero sí que hay riesgo por esos excesos de velocidad". Hace unos años sí hubo en esa vía un accidente con una víctima mortal.

Meaño

La Policía Local de Meaño destaca en primer lugar el elevado número de accidentes que se producen en la PO-550, tanto dentro del casco urbano de Dena (principalmente en el entorno de la plaza de abastos o el centro médico), como a la altura de Coirón. En el primer caso, se trata sobre todo de alcances y atropellos, en algunos casos en pasos de peatones; en el segundo, de salidas de vía, que se registran en las curvas próximas a la rotonda para desviarse hacia Xil. Subrayan también la conflictividad de la PO-303 (Samieira-Xil), por tratarse de una carretera de media montaña, muy sinuosa, y de la EP-9305, que va desde Coirón hasta la rotonda de Barrantes, ya en la vía rápida a Cambados.

Esa vía atraviesa el polígono industrial de Xil, de ahí que el tránsito de vehículos pesados sea constante. Además, hay varias curvas más o menos cerradas.

"La velocidad inapropiada es el principal factor de accidentes", recalcan desde la policía meañesa. Pero añaden que al haber muchos camiones y furgones de transporte, es relativamente frecuente que haya vertidos leves de gasoil al firme. En seco, eso no implica riesgo para la circulación, pero cuando llueve esas sustancias emergen a la superficie y forman sobre el asfalto una película que puede resultar muy deslizante.

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