La situación política en A Illa y Meaño es completamente diferente: sosegada en el primero de los municipios; tempestuosa, en el segundo. Pero lo que tienen en común ambas localidades es que carecen de bastón de mando.

"Es una de esas cosas en las que no piensas hasta que llega el momento y ya es demasiado tarde para comprarlo", explica el alcalde en funciones de A Illa, Carlos Iglesias, que será reelegido a partir de las 12 del mediodía de hoy.

A Illa se segregó del municipio de Vilanova a mediados de los años 90, y en esos momentos adquirir un bastón de mando para el traspaso simbólico de poderes no figuraba entre las prioridades de los dirigentes del nuevo Ayuntamiento. "Hacemos el traspaso con un apretón de manos", añade Iglesias. Hoy se lo dará el concejal de más edad de la corporación, Alfonso Salgado, una vez terminada la votación entre los ediles.

En Meaño sucede algo parecido. La alcaldesa hasta hoy, Lourdes Ucha, rechazó conscientemente comprar una vara para las investiduras. "No sé antes de los años 90, pero desde entonces nunca tuvimos bastón de mando en Meaño. Así que si antes no hizo falta, tampoco me iba a hacer falta a mí". Al igual que Iglesias, considera que un apretón de manos es suficiente para cerrar un acto que, más allá de la ceremonia, lo que marca es el comienzo de una etapa que debe estar marcada por el trabajo en favor del municipio y sus vecinos.

El pleno de Meaño también será a las 12.00 horas, y es probable que sea una sesión muy concurrida. Los vecinos de esta localidad se encuentran hoy ante un escenario político inédito en épocas recientes, pues hasta ahora siempre hubo mayorías absolutas. Como en todos los plenos anteriores, la Policía Local estará en la sesión.