La última puerta que se abrió ha sido la de China, algo que ocurrió hace tres años en un evento promocional en Madrid. En ese evento, centrado en un producto gastronómico como es el marisco, estaban presentes representantes de la comunidad china en España, con los que pronto hubo sintonía. "Al año siguiente nos invitaron a un acto en Aranjuez con 400 guías turísticos chinos y posteriormente hicimos presentaciones en el país asiático, a donde fuimos invitados", señala. Poco después, un grupo de empresarios y periodistas chinos desembarcaba en la comarca y quedaban impresionados con la ría de Arousa. Esa fue la base de la misión de la ciudad china de Dongguan, la cuarta economía de ese país y el principal origen de los desplazamientos turísticos. Esa misión solo visitó en la península Madrid, O Salnés y Porto y "firmó con nosotros un protocolo de colaboración que puede atraer a millonarios chinos interesados en todo tipo de intercambios". En estos contactos han sido claves "las relaciones institucionales; sin ellas resulta imposible acceder a determinados foros. Nosotros las tenemos ahora y eso nos permite seleccionar a los turoperadores que más nos interesan, los cuales, con tan solo una llamada, ya están dispuestos a reunirse con nosotros". Estos contactos con el mercado chino, precipitaron la traducción a ese idioma de todo el material promocional.

El mercado chino ha sido el último en ser explorado, pero no se acabará ahí. En los próximos años ya existen objetivos preferentes para conquistar a través de productos como el vino, la espiritualidad del Camiño de Santiago o los paisajes de O Salnés. La Mancomunidade ha puesto sus ojos en mercados como el japonés, el norteamericano o Irlanda. Todavía no se ha hecho nada en esos ámbitos, pero "somos conscientes de que han pasado peregrinos de esas nacionalidades y eso nos permitirá contar con los mejores embajadores, las experiencias personales de las personas tras pasar por la comarca de O Salnés".