Nacho Crespo es uno de los propietarios del Hotel Quinta de San Amaro, situado en Meaño, un establecimiento pequeño, pero que, desde que abrió sus puertas en 2007, ha notado como nadie la presencia del turismo internacional.
-¿Qué importancia tiene para su establecimiento el turismo extranjero?
-Es uno de nuestros principales ingresos, sobre todo el europeo y el norteamericano. Cuando abrimos, los números que hemos podido analizar a posteriori era como un 7 o un 8% solamente, y son cifras parecidas al resto de hoteles a la zona. Nosotros optamos por hacer un esfuerzo para captar a un cliente internacional porque nos parecía interesante y que había un hueco que no estaba demasiado atendido en la comarca.
-¿Cuál sería el perfil del visitante?
-Varía mucho en función de la época del año, como pasa con los españoles. Un caso concreto, los belgas, el tipo de cliente que viene siempre es pareja, y a partir de los 55-60 años. Dependiendo de otros momentos y de una cuestión climatológica, también hay un turista internacional que viene en busca de playas y un turismo familiar. Por ejemplo, los británicos, que vienen muchas veces con niños. Es un tipo de viaje completamente distinto.
-La Mancomunidade inició hace seis años una promoción internacional centrada en acceder a mercados que no miraban a la comarca ¿Se nota el retorno de esta inversión?
-Sinceramente, cuando la Mancomunidade comenzó con lo del mercado ruso, yo lo veía con las cejas un poco arqueadas y con la sensación de que eso no iba a ningún sitio. Sin embargo, en el turismo, todo lo que siembras siempre permite recoger algo, otra cosa es que habría que analizar cuánto se ha invertido y cuánto ha sido el retorno. Es evidente que sin inversión nunca va a haber retorno, porque no seríamos un destino conocido. Hemos tenido y tenemos clientes rusos, por lo que estamos contentos con esa vía, pero también es verdad que no solo le tiene que afectar a la Quinta de San Amaro, tiene que notarlo toda la comarca. Cuando se empieza con un destino tiene que venir el primer turista para que empiece ya a moverse en redes, a comentar en su idioma en lugares como TripAdvisor, Booking u otras plataformas para que aparezca como destino reconocido y reconocible para sus compatriotas. Con el mercado chino vuelvo a tener la misma impresión que cuando fue lo de los rusos, pero tampoco tengo motivo para decir que no, aunque lo veo complicado por las particularidades del mercado asiático.
-Deduzco que el efecto llamada que se buscaba con la promoción no fue inmediato.
-Es que el turismo es así, sin saber muy bien cómo, de pronto has conseguido que un destino se haya convertido en popular. Ten en cuenta que necesitamos algo fundamental como son las comunicaciones. Galicia ahora las tiene mejores, pero de momento es un rincón complicado de acceso, sobre todo para un turista extranjero.
-Pero aquí queda todavía mucho por hacer
-Deberíamos hacer es repartir más por toda la provincia. Las Rías Baixas y O Salnés son una auténtica maravilla, son un compendio de muchas cosas espectaculares, pero, por ejemplo, O Morrazo y Barbanza son un lujo que está prácticamente sin explotar. Queda territorio y mucho por hacer y hay rincón y espacio para todos. Nosotros no somos celosos, porque lo que queremos es que el destino funcione, porque creemos que valemos la pena como producto turístico. Hay que tener claro que un producto turístico sin un destino, no hace nada. La gente no va a venir a la Quinta porque somos muy majos, nadie se va a animar a meterse en un avión durante horas para vernos a nosotros las caras si no hay un destino atractivo que le espere. En eso contamos con el vino, que tiene mucha importancia. Ahora nos estamos metiendo en un campo distinto que es el avistamiento de pájaros, algo a lo que no se le ha hecho mucho caso aquí y que a nosotros nos ha costado entrar porque no había guías especializados bilingües de un tema tan específico y cuasicientífico. Ya tenemos la llave y vamos a promocionarlo porque hay un turismo alemán y británico de un alto poder adquisitivo, tranquilo y verde que nos quiere descubrir. Hay sitios con menos variedad de aves que triunfan como destino de avistamiento de aves.
