-¿Qué le puede ofrecer O Salnés al turista internacional?
-Muchísimas cosas. Soy madrileño, confío en las Rías Baixas como un destino puntero en la Península, pero debe ser bien gestionado. Siempre pongo de ejemplo el caso de Girona, en Cataluña, un destino que ofrece muchas cosas distintas; eso es lo que triunfa. La gente viene a comer, a beber y a pasear por lugares naturales bonitos. A veces eso también es un conflicto, porque aquí tenemos mucho de muy bonito, pero también mucho de feo y feísmo, eso le choca mucho a los extranjeros, cómo un paraíso, un sitio tan bonito como este, a veces no está demasiado mimado, pero no solo por las instituciones, que sería fácil decirlo, sino también por la gente en sus casas. hay que cambiar determinadas actitudes.
-¿Debemos valorar nosotros nuestra cultura para ser un mejor destino turístico?
-Sin duda. Hay que saber lo que se quiere hacer con un destino. Galicia nunca debería pretender ser un sitio masivo, pero cuando nosotros abrimos, vuelos internacionales había a París y a Londres. Te estoy hablando de 2007, no hace tanto tiempo. Ahora superamos los 25, más los que ofrece Oporto, que se ha convertido en el cuarto aeropuerto gallego, si no es ya el primero. Eso abre unas oportunidades espectaculares para un destino. Yo no quiero que esto sea masivo, pero sí me gusta el turismo extranjero porque me permite trabajar de una forma muy grata y muy rentable fuera de la gran temporada. En julio y agosto, con los españoles ya lo tengo garantizado, pero, como empresa, también quieres rentabilidad el resto del año y mantenerte, porque con dos meses no es suficiente.
