Un pino de considerables dimensiones se desplomó ayer sobre el chiringuito y el sendero peatonal de madera de la playa Area de Reboredo, en O Grove. Dicho así cualquiera puede pensar que el paso de la ciclogénesis explosiva "Miguel" fue la causante, pero en realidad las rachas de viento no fueron el origen, sino solo un colaborador necesario, ya que el tronco estaba semitalado.

El árbol cayó ayer como pudo haberse desplomado cualquier otro día. Y se vino abajo entre las dos y las cuatro de la tarde, cuando no había nadie en la zona, de igual manera que pudo haberlo hecho con el lugar repleto de gente, como sucede cada fin de semana, o solo unos minutos antes, cuando en el lugar había varias personas trabajando.

Es decir, que "pudo haber ocurrido una verdadera desgracia", proclaman los afectados por este suceso, el cual calificaron como "auténtico sabotaje" en cuanto constataron que el tronco había sido cortado parcialmente hace un par de días. Fue seccionado con ayuda de una motosierra hasta llegar prácticamente a la mitad, y así quedó hasta que no aguantó más.

El viento de ayer le dio el empujón definitivo, pero el pino estaba herido de muerte, y aunque nadie se había dado cuenta, su caída era inevitable.

El sabotaje es, como queda dicho, la principal hipótesis. Así pudieron comprobarlo los efectivos de Emergencias O Grove y Policía Local desplazados al lugar. Y así lo atestiguan los encargados de explotar el chiringuito afectado, precisamente adjudicado esta misma semana a Alexandre Prol Devesa, como informaba FARO el miércoles.

Su socio, José Carballa, había estado en el quiosco solo unos minutos antes de que el árbol cayera encima de su terraza, dañando el toldo de la instalación. Otra parte del mismo se desplomó sobre el sendero de madera que conduce a la orilla en esta importante playa, otrora poseedora de la bandera azul junto a su arenal hermano, el de As Pipas. Los concesionarios del quiosco afectado temen que "quizás alguien tenga interés en cargarse nuestro negocio; pero pudieron matar a alguien".