El sindicato CIG en la comarca celebró ayer, en la sede de Vilagarcía de Arousa, una asamblea de delegados en la que se abordó la necesidad de retomar las movilizaciones para exigir al nuevo Gobierno del Estado la derogación de la reforma laboral y la recuperación de los derechos de los trabajadores. En el encuentro, también se dieron a conocer las recomendaciones que llevarán los delegados a sus compañeros sobre el registro obligatorio de la jornada laboral. Al finalizar la asamblea, los sindicalistas se trasladaron a la antigua sede del Inem, donde celebraron una concentración a pesar de las inclemencias del tiempo.
La movilización celebrada ayer es una de las primeras de la nueva etapa de actuaciones reivindicativas diseñadas por CIG. Para la próxima semana está prevista otra actuación, en este caso como continuidad de las protestas iniciadas por delegadas el 8M. Estará protagonizada por mujeres con el fin de visibilizar las demandas del colectivo de trabajadoras, quienes exigen igualdad de derechos y salarial.
El sindicato CIG se ha convertido en la primera organización de la comarca en número de delegados y continúa incrementando su representación en las empresas.
El responsable comarcal, Xoán Xosé Bouzas, celebró el resultado de las recientes elecciones en el Hospital do Salnés que le dió a esta organización la mayoría. Pero destacó especialmente los resultados obtenidos hace unos meses en la empresa de fabricación de envases para la conserva ubicada en Ribadumia, Mivisa, donde consiguió seis de los nueve delegados, cuando antes carecía de representación.
Próximas elecciones
El sindicato se prepara ahora para los siguientes retos electorales ya que en los próximos dos meses se renovarán las representaciones sindicales en varias empresas del sector de la conserva.
En cuanto al registro de la jornada laboral, los sindicalistas de CIG recuerdan que las empresas deben garantizar el registro diario, incluyendo el horario concreto de inicio y finalización de la jornada laboral de cada trabajador. Estos registros deben conservarse durante cuatro años, estando a disposición de los empleados, sus representantes legales y de la Inspección de Trabajo.
CIG defiende que es en la negociación colectiva sectorial donde se deben incluir estas cláusulas sobre el control de jornada, para que no haya discriminación entre las personas trabajadoras, según la empresa en la que desarrollen su labor.
El sindicato también recomienda a los trabajadores que no deben firmar papeles con la hora de entrada y salida puesta de antemano, ni permitir que le obliguen a escribir horas de entrada y salida que no se ajustan a la realidad.
