La familia municipal de Vilagarcía vuelve a padecer una pérdida repentina de uno de sus miembros. En esta ocasión se trata del policía local prejubilado, Ramón Carlos Manteca Piñeiro, de 54 años, que ayer falleció tras sufrir un infarto agudo en plena calle, del que no pudo recuperarse.

El incidente ocurrió pasada la medianoche de ayer cuando Ramón Manteca viajaba en su coche en compañía de un amigo. A la altura del aparcamiento de las torres del supermercado Día, en Vilaxoán, comenzó a sentirse mal y reaccionó estacionando el vehículo. Los dolores del infarto fueron a más, y a pesar de que acudió al lugar la asistencia sanitaria en ambulancia, los esfuerzos por reanimarlo resultaron infructuosos.

Ramón Manteca llevaba más de 20 años en activo en la Policía Local de Vilagarcía, razón por la cual en junio de 2016, recibió el distintivo de la Cruz de la Constancia, junto con otros compañeros. Pero en los últimos tiempos, estuvo de baja por problemas de salud, y solicitó la prejubilación.

En las redes sociales sus compañeros de la Policía Local de Vilagarcía, en señal de dolor, le dedicaron un poema de Miguel Hernández. También los compañeros del servicio municipal de Emergencias y Protección Civil le recordaron en internet, destacando que era "un profesional que ha ayudado durante años a que las calles fuesen lo más seguras posible".

Los restos mortales de Ramón Manteca son velados en la sala número 3 del tanatorio de Arosa, en la recta de Rubiáns, hasta las 9 de la mañana de hoy y, a continuación, serán incinerados en la intimidad familiar.