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La remodelación del Museo del Ferrocarril, frenada por la falta de presupuesto municipal para 2019

Las piezas cedidas por la Fundación de Ferrocarriles ya fueron restauradas y esperan su traslado a la vieja estación de Carril

La vieja estación de Carril, una de las más antiguas de Galicia. // Noé Parga

La primera fase del programa de restauración y mejora de los contenidos del Museo del Ferrocarril de Vilagarcía de Arousa, Mufevi, se ha frenado como consecuencia de la necesidad de contar con una nueva partida presupuestaria en el actual ejercicio económico. Las citas electorales revolucionaron el panorama político municipal y el gobierno local socialista de Alberto Varela, en minoría, optó por continuar con el Presupuesto prorrogado del ejercicio anterior ante la falta de apoyos para aprobar el nuevo documento económico de este año.

El concejal de Promoción Económica y Turismo, Juan Antonio Pérez Callón, que voluntariamente se despide de la corporación municipal y que llevó a cabo las gestiones para ampliar los contenidos del Mufevi, lamenta no haber podido completar el proyecto durante el actual mandato, como era su deseo. Pero confía en que la actuación podrá continuar en los próximos meses, ya que hay mucho trabajo avanzado y las piezas cedidas por la Fundación de Ferrocarriles ya han sido restauradas.

"La mayor parte del trabajo a realizar va a ser a cargo del servicio municipal de Obras, y por lo tanto creemos que podrá ejecutarse pronto. Solo quedaría pendiente la partida incluida en el proyecto de Presupuestos para este año, ya que el documento tendrá que aprobarlo la próxima corporación municipal", puso de manifiesto Pérez Callón.

Las piezas cedidas por la Fundación de Ferrocarriles y retiradas en septiembre del año pasado del almacén de la Fundación Camilo José Cela, son una marquesina para el andén de la vieja estación de Carril; una grúa hidráulica o brazo de aguada que se utilizaba para abastecer de agua las antiguas locomotoras de vapor, y un reloj de estación.

Además, fueron retiradas las maquetas y vitrinas del museo vilagarciano para la acometida de trabajos de mantenimiento y restauración.

El gobierno municipal también estuvo gestionando otros contenidos que podrían enriquecer la exposición del museo en los próximos meses.

En cuanto a las piezas recogidas de la Fundación Camilo José Cela para el Mufevi, el elemento más antiguo es una marquesina procedente de la estación de Torrelodones, bajo la que los pasajeros esperaban el tren en el andén. Se estima que su período de operatividad fue entre 1901 y 1925. La instalación consta de cuatro columnas de hierro fundido con base circular, un pequeño zócalo, molduras cóncavas (Escocia) y con remate convexo (toro). El capitel, incrustado en el fuste, está decorado con motivos vegetales pintados en dos tonalidades de color verde. Esta marquesina permitirá dar a la antigua estación de Carril, una de las primeras de Galicia, hoy sede del Museo del Ferrocarril de Vilagarcía, la imagen de antaño.

También se añadirá a la exposición de material una grúa hidráulica o brazo de aguada que se utilizaba para abastecer de agua las antiguas locomotoras de vapor. Esta aguada estuvo en uso entre los años 1945 y 1960. Fuentes municipales indican que se trata de un modelo unificado por Renfe caracterizado por tener una visible pieza redonda en la parte trasera del brazo articulado. La misión de esta bola era equilibrar el conjunto durante la operación de descarga del líquido.

La grúa cuenta con una parte superior con un tubo horizontal giratorio a modo de brazo articulado que se situaba en paralelo a las vías para no molestar el paso de los trenes cuando no se utilizaba, y se movía hasta quedar a la par con las vías para abastecer las locomotoras de vapor.

La tercera pieza es un reloj de andén, modelo cuña, usado entre 1980 y 1990. Se trata de una réplica de los modelos más antiguos, creado por el relojero artesano José María González. Consiste en una pieza con carcasa de hierro decorada con motivos vegetales, compuesta por doble esfera y las horas escritas en negro en números romanos y en rojo con arábigos.

El reloj reproduce los modelos históricos de las estaciones ferroviarias de los siglos XIX y XX, con la excepción de que la maquinaria mecánica se sustituye por una eléctrica marca Westinhouse. Otra diferencia es el peso, ya que este modelo es mucho más ligero que los tradicionales.

El modelo que se expondrá en el museo vilagarciano apenas llega a los 70 kilos debido a que los aros y embellecedores van torneados y biselados, a diferencia de los antiguos que eran de hierro fundido macizo.

Una vez que se acaben los trabajos de instalación de las piezas, el Concello completará la actuación con el pintado general de la vieja estación y la mejora de contenidos en el interior del recinto. El objetivo es hacer más atractivo el museo que el año pasado recibió 1.267 visitas.

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