Con 86 años a sus espaldas, Manuel Charlín Gama no está dispuesto a vivir una jubilación tranquila ni a retirarse del foco mediático, y sobre todo, del policial. Solo así se explica que el hombre acabase siendo denunciado por un presunto delito de desobediencia por agentes de la Policía Local de su pueblo, Vilanova de Arousa. Todo ocurrió cuando el hombre se acercó a uno de los establecimientos hosteleros que acostumbra a frecuentar en el casco urbano de Vilanova.

Charlín llegó a la zona de O Cabo montado en el viejo Mercedes con el que suele desplazarse por Vilanova. Pero esta vez no encontró un lugar próximo al local para estacionar el vehículo, así que, ni corto ni perezoso, lo dejó a la salida del puente peatonal que une el casco urbano con la playa de O Terrón y por el que pasan todos los peregrinos de la Variante Espiritual.

Mientras estaba en el interior del bar, llegó la Policía Local de Vilanova, cuyos agentes le llamaron y le conminaron a retirar el vehículo del lugar. Charlín los ignoró por completo y regresó al establecimiento. Aunque el Concello de Vilanova no cuenta con un servicio de grúa propiamente dicho, si hay la posibilidad de recurrir a una en caso de ser necesario, y la situación obligaba a hacerlo. Nada más presentarse la grúa en la zona de O Cabo e iniciar las tareas de enganche del Mercedes, Charlín salió hecho una furia del local en el que se encontraba y comenzó a insultar a los agentes de la Policía Local de Vilanova. Estos le conminaron a que se calmase, pero no hubo forma, por lo que acabó llevándosela multa, abonando 72 euros por el aviso de la grúa y denunciado por desobediencia a la autoridad, explican en la policía.

El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, felicitaba ayer a los agentes de la Policía Local por "cumplir de forma escrupulosa con su deber, sin dejarse amilanar por este tipo de individuos que tenemos en el pueblo; las aceras no son para estacionar coches por mucho que algunos se crean que son los dueños y señores de Vilanova".

El incidente con el coche no ha sido el único suceso que se ha identificado con el apellido Charlín durante el fin de semana. En la madrugada del sábado al domingo se registró un incendio en un vehículo estacionado en la calle Huertas. Las llamas alcanzaron tal virulencia que se acabaron extendiendo a otro coche que estaba estacionado en ese mismo lugar, quedando ambos calcinados. El coche en el que se originaron las llamas pertenece a una inquilina de la familia Charlín con la que mantienen un litigio desde hace mucho tiempo, con denuncias de amenazas e intentos de desalojo de por medio.